El regidor, José Luis Ferro, se reunió ayer con la directora de Patrimonio para buscar una solución

El claustro barroco, inundado por las goteras y las filtraciones

Agua en el suelo del claustro. (Foto: Xesús Fariñas)
Un gran charco de agua y la humedad en las piedras que conforman una de las alas del Claustro Barroco celanovés alertan estos días a los visitantes y asiduos caminantes del Monasterio de San Rosendo de los problemas de goteras que padece el edificio.
Las filtraciones de agua desde la cubierta, explicaba el alcalde José Luis Ferro, han dejado intransitable la primera planta del claustro (actualmente deshabitada). 'Os danos son importantes, na primeira planta afectou ao teito de escaiola e abaixo, aínda que é de pedra, tamén se ven os desperfectos', comentaba el regidor que, achaca esta situación al mal estado de las canalizaciones de las aguas de pluviales. 'A cuberta se ve ben, pero as gárgolas por onde debería sair a agua están obstruídas', reconocía.

La situación del Claustro Barroco fue uno de los temas que centró la reunión que el regidor 'popular' mantuvo ayer en Santiago con María del Carmen Martínez Insua, directora xeral de Patrimonio Cultural (ente dependiente de la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria). 'A sensación foi boa e a directora comprometeuse a mirar con urxencia os problemas do claustro', expresaba el alcalde celanovés, que confía en la colaboración de la administración autonómica para sufragar los daños.

A pesar de los desperfectos, Ferro Iglesias descarta, por el momento, cerrar esa ala del claustro que es utilizada por muchos mayores como zona de paseo los días de lluvia. 'Os técnicos municipais aseguran que non hai perigo', comentaba el alcalde.


La reforma de Ponte Pedriña y la casa rectoral de Castromao

En la cartera de proyectos que Ferro Iglesias le presentó a la directora general de Patrimonio Cultural también estaba la restauración de Ponte Pedriña, que comunica las dos orillas del río Ourille, entre las parroquias celanovesas de Orga y Mourillós.


El puente, que data del siglo XVIII, presenta importantes deficiencias de estabilidad y corre peligro de derrumbe -tal y como se advierte en la señalización vertical colocada hace unos meses en los accesos- 'e require tamén unha intervención inmediata', reconocía José Luis Ferro que, en base al informe técnico que mandó elaborar a raíz de las alertas sobre su mal estado, cifró la actuación en unos 112.000 euros.

La puesta en valor de la cultura castrexa alrededor del yacimiento de Castromao, con la recuperación de la casa rectoral de Santa María, fue otra de las iniciativas presentadas a Martínez Insua. 'Neste caso, somos conscientes da situación actual e da necesidade de refacer o proxecto inicial, que comprendía unha inversión de 700,000 euros', reconocía Ferro Iglesias, que reiteró a la directora general la importancia del proyecto para el municipio y la invitó a conocerlo in situ.

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