El Congreso de los Diputados acordó ayer, en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, instar al Gobierno de España a negociar con el Gobierno de Portugal la formalización de un convenio internacional para abordar una conexión transfronteriza en vía de alta capacidad, que discurrirá por ambos países, a través de la frontera de la Madalena. Así lo recogía la enmienda transaccional a la proposición no de ley (PNL) que presentó el PSOE y que el PP enmendó para sacar un acuerdo internacional que implique a los gobiernos de ambos países en la construcción del nuevo eje viario, obviando el término autovía, y que obtuvo 33 votos a favor y dos abstenciones.
La prolongación de este eje, dijo la socialista ourensana Uxía Tizón que defendió la PNL, es clave para reforzar la posición geoestratégica de la provincia al convertir a Ourense en la puerta de entrada a Galicia y en un nudo de las comunicaciones interiores con Portugal y Castilla y León; para la dinamización empresarial, comercial y turística del territorio Celanova-Xurés; y para revertir los problemas demográficos. Un discurso que, a grandes rasgos, compartieron los partidos que tomaron la palabra, quedando de manifiesto que el primer asalto que deberá superar el proyecto de prolongación de la AG-31 Ourense-Celanova, es el competencial.
La ourensana reiteró en su intervención que el PSOE asumirá el impulso “del tramo de conexión internacional (Lobios-A Madalena), el único del que es competente el Gobierno central”, señalando como “actor competente” a la Xunta de Galicia en la continuación del tramo entre la AG-31 y Lobios, para los que dijo, “existe disponibilidad de fondos europeos para su ejecución”. Tizón aseguró que en Portugal ya está en proyecto una mejora de la vía desde la IC-28, en Ponte da Barca; y también se refirió a la ausencia de este asunto en la pasada “cimeira” de Viana do Castelo: “No se puede pedir que se incluya en una Cumbre Ibérica un proyecto, cuando el proyecto todavía no está encima de la mesa”, dijo.
Un discurso sobre el que se mostró muy crítica la diputada popular ourensana Ana Belén Vázquez, quien tildó de “oportunista” una proposición no de ley cuando “Sánchez se negó a tratarlo en la Cumbre Ibérica”, desoyendo a la propia comisión de trabajo Galicia Norte de Portugal y al Foro Parlamentario Hispano-portugués celebrado en Braga, ”y lo que más nos cabrea a los ourensansos y a los vecinos de A Baixa Limia, es que esta no la incluyen, pero sí incluyen otras (en Zamora, Cáceres o Huelva) vías autonómicas y provinciales, e incluso una presa de Iberdrola”, dijo Vázquez, quien reivindicó que “no se nos puede negar a Ourense lo que les están dando a otros territorios”. Sobre fondos europeos, la diputada popular trasladó el malestar porque el Gobierno de España y también la nueva Ley de Movilidad impidan que los municipios pequeños tengan acceso a los Next Generatión para mejorar las vías de comunicación, y reiteró que la Xunta seguirá mejorando la carretera OU-540, a expensas de que llegue la autovía, mientras que “en Portugal no existe proyecto alguno”.
En el debate, Juan Ignacio López-Bas, de Ciudadanos, puso de manifiesto la necesidad de poner solución a un “problema competencial” gallego, que sea “salvable con la buena voluntad de las administraciones”. Laura López, de Galicia en Común, tildó de “prioritario para Galicia y Norte de Portugal” la ejecución de un proyecto del que “la Xunta es administración competente”. Opinión contraria a la que defendió Patricia de las Heras, de Vox, quien pidió al PSOE que “deje de instar y actúen”, iniciando relaciones con el país vecino.
