El Concello asegura que la empresa solventará los problemas surgidos en diferentes pueblos

Deficiencias en las obras de la autovía aíslan a varios pueblos

El barro dificulta los accesos al pueblo de Carballeira, en la parroquia celanovesa de Mourillós. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Los días de lluvia se convierten en una odisea para la veintena de vecinos que residen en el núcleo de Carballeira, en la parroquia celanovesa de Mourillós.
Los habitantes de esta aldea situada a escasos dos kilómetros de la capitalidad se quejan de que cada vez que llueve, se desprende parte de la tierra que compone el talud de la futura autovía con Ourense, anegando las cunetas y el firme de la principal vía de acceso al pueblo. 'Estamos hartos', aseguran los habitantes, que en dos años han visto cómo las obras del eje de comunicaciones A-52-frontera portuguesa han terminado con la paz y la belleza que caracterizaban este idílico pueblo del rural celanovés.

Los grandes charcos de lodo entorpeciendo la libre circulación de los vehículos han sido la gota que ha colmado el vaso. 'Da miedo pasar con el coche y, para cruzar andando, es necesario un buen par de botas de goma', relatan los residentes, que aseguran haberse quedado aislados más de una ocasión. Se da la circunstancia que la otra vía de acceso al pueblo es la que comunica la Carballeira con Orga, a través de Ponte Pedriña. Un puente centenario que presenta graves deficiencias de seguridad, para el cual el Concello ha puesto en marcha un proyecto de rehabilitación.


RAMAL DE MOURILLÓS

Los vecinos piden al grupo de gobierno que medie con la empresa adjudicataria una solución para los desprendimientos antes de que terminen las obras. 'Ahora, de vez en cuando, las máquinas vienen y adecentan la zona pero, ¿que pasará cuando ellos ya no estén?', preguntan. Asimismo, piden que se mejore el firme en la citada carretera, puesto que el paso de los camiones ha causado graves deficiencias en el pavimento.

Desde el Concello, el regidor José Luis Ferro aseguraba que se atenderán éstas y otras peticiones que les están transmitiendo los vecinos de Barxa, Amedo o San Pedro, entre otros. 'Estamos en contacto directo con los responsables de la obra y, en la medida de sus posibilidades, tratarán de solventar los problemas que vayan surgiendo', apuntaba Ferro Iglesias.

En el mismo sentido se pronunciaba Ferro sobre los problemas de seguridad para peatones y conductores generados por el ramal de acceso a la autovía en Mourillós, concretamente a los vecinos de O Val y O Campo.

La semana pasada, el BNG registró una moción en el Consistorio para que el Concello inste a Medio Ambiente a que busque una solución a los problemas de movilidad surgidos por el nuevo enlace de la autovía. 'Ata a data de hoxe, non se contempla ningunha infraestrutura que garanta a comunicación dos devanditos pobos sen que supoña un risco para a seguridade das persoas', cuestionaban los nacionalistas.

Por el momento, tal y como informaba el alcalde, la intención de la empresa es colocar unos badenes o bandas rugosas que obligen a los conductores a reducir la velocidad en el citado tramo. Preguntado por la posible puesta en marcha de la autovía, Ferro desvelaba que no entrará en funcionamiento hasta el primer trimestre del próximo año.

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