Vecinos de Santa María, en la parroquia de Vilanova dos Infantes (Celanova), llevan más de dos meses con una plaga de pulgas. Así lo han denunciado los lugareños, víctimas de las picaduras -ellos y sus mascotas-, y preocupados porque, pese a los intentos para acabar con estos molestos insectos, la plaga va a más. “Xa veu o Concello a desinfectar e segue habéndoas, non sei de onde saen, pero hainas e é preocupante porque agora hai moitos nenos que están de vacacións”, relataba Julio, uno de los vecinos concentrados en la plaza del pueblo.
La familia de David Conde es una de las más afectadas. Hace un mes que compraron su casa y, al entrar, se dieron cuenta de que estaba llena de ellas. “Teño un neno de dous anos e está todo mordido”, lamenta impotente, tras muchos intentos de librarse de ellas. “Matei bastantes, pero é moi difícil librarse delas”, traslada este vecino quien personalmente dio traslado al Concello y al Seprona, apuntando como origen a la presencia de varios perros ubicados en una de las casas que limita con su propiedad. “Son de raza rottweiler e tampouco os queremos no medio do pobo”, dijo, haciendo mención a una petición, acompañada de casi 40 firmas, presentada hace tiempo en el Concello por la inseguridad y las molestias que presuntamente ocasionaban los animales, con un número superior a los permitidos, según recoge el escrito.
Desde el Concello de Celanova, el alcalde Antonio Puga, trasladaba que “non detectamos a orixe do foco, pero xa se pasou unha vez nos espazos públicos co tratamento correspondente e, se segue habéndoas, volverase a intensificar”, dijo. Sobre la presencia de perros de raza potencialmente peligrosa, dijo que hay un expediente abierto.
