El fuerte romano de Verea, el más antiguo de Gallaecia

En el planalto de la Serra do Leboreiro, en un terreno fronterizo entre Verea (Ourense) y Melgaço (Portugal), se conserva el mayor y más antiguo campamento militar romano identificado hasta la fecha en Galicia y Portugal, el de Lomba do Mouro del siglo II a.C.. Así se desprende del análisis realizado de los sedimentos encontrados en los restos amurallados y que ayer hacían públicos desde el colectivo científico Romanarmy, el mismo que en 2019 descubrió Lomba do Mouro y Chaira da Maza, en Lobeira. Los avances tecnológicos y la inquietud por profundizar en el relato de cómo fue la conquista romana en Gallaecia han permitido conocer el papel clave que jugó esta sierra, hasta ahora conocida por sus vestigios megalíticos, en el avance de las tropas romanas. “Estamos muy contentos y creo que es un avance muy importante. Sabíamos mucho sobre la romanización a partir del siglo I d.C., pero apenas nada del momento inicial, de cómo fueron los contactos entre las comunidades indígenas y los romanos y no teníamos constancia a nivel arqueológico. Ahora sí y esto nos cambia la perspectiva”, dijo ayer João Fonte, arqueólogo de la Universidad de Exeter (Reino Unido) que en 2020 lideró la excavación en la vertiente lusa que ha permitido conocer este dato. En Verea se muestran expectantes por los resultados. El alcalde, José Antonio Pérez Valado, confirmaba que, conjuntamente con su homólogo de Lobeira Antonio Iglesias, ya ha mantenido varios contactos para lograr apoyos y financiación que permita llevar a cabo una primera intervención en territorio ourensano que certifique los hallazgos lusos. “Está claro que é una boa nova a nivel patrimonial e tamén turística, pode ser un atractivo importante para o territorio”, dijo Pérez , quien apuesta por llevar el proyecto a Europa. Para fijar la antigüedad, el grupo de investigación C2TN del Instituto Superior Técnico de la Universidad de Lisboa ha utilizado la técnica por luminiscencia ópticamente estimulada, que data el último momento en el que los cristales de cuarzo estuvieron expuestos a la luz solar, “e, polo tanto, o momento no que foron soterrados baixo unha estrutura”, explicaba Fonte. Este descubrimiento conectaría su construcción con las primeras campañas militares romanas en Gallaecia y cuyo relato más popular lo protagonizó Décimo Junio Bruto. Una historia distinta muy interesante El yacimiento de Lomba do Mouro, erigido como fortificación temporal, consta de dos murallas de piedra con elementos defensivos singulares “como as ‘pedras fincadas’ ou ‘cabalos de frisia’, un sistema para deter o avance da cabaleiría ou as tropas do exército inimigo”, enfatizan desde Romanarmy. Además de ser el campamento más antiguo, Lomba do Mouro es también el más grande con una extensión superior a las 20 hectáreas. No muy lejos de allí, a unos ocho kilómetros en línea recta, están los restos de otra ocupación militar, los de Chaira da Maza en Lobeira. “Es importante investigar para datarlo y ver si están en la misma línea de avance entre el Limia y el Miño”, explica Joao Fontes, quien defiende ya esta hipótesis y quien aboga por desarrollar un proyecto transfronterizo de estudio y puesta en valor sistemático e integral a ambos lados de la “raia”. “Estamos en una región excepcional, la Gerês-Xurés, con una riqueza natural, cultural y este nuevo recurso integral es algo que nos permite contar una historia distinta y muy interesante”, dijo. Además estos hallazgos, en los últimos años Romanarmy ha descubierto los fuertes de Alto da Pedraça (Arcos de Valdevez), Penedo dos Lobos (Manzaneda) y Alto da Raia (Calvos de Randín y Montalegre).