La industria audiovisual tiene que convivir entre la rentabilidad económica y la creación artística, señala el secretario de la Fundación Carlos Casares, Gustavo Garrido.
La villa de San Rosendo acogerá este mes de julio a más de 250 alumnos y medio centenar de catedráticos y expertos en diferentes ámbitos dentro de la celebración de los cursos de verano del Campus de Ourense. Con la inauguración del curso Muller e Historia, Celanova inicia esta mañana una programación que pretende acercar la universidad al rural. Un cartel donde destaca la sexta edición del curso O audiovisual e as industrias culturais, diseñado, entre otros, por Gustavo Garrido, secretario de la Fundación Carlos Casares.
¿Qué tiene este curso que no tengan los demás?
El audiovisual levanta mucho interés porque es un sector que está de moda. En esta edición, trataremos de reflexionar y debatir alrededor de lo audiovisual y su relación con la industria y la cultura. Dos territorios con los que necesita convivir pero que, al mismo tiempo, le demandan necesidades diferentes: negocio y creación, rentabilidad económica y expresión artística.
¿Cuales son las novedades?
Como cada año, hemos tratado de confeccionar una programación única, ofreciendo a los asistentes un programa denso con ponencias de prestigiosos académico y profesionales de la empresa privada a los que resulta muy difícil poder escuchar. Dada la singularidad del congreso, los asistentes podrán, además de asistir a las ponencias, mantener una tertulia con personalidades como Enrique Bustamante, Emili Prado, Antón Reixa o Carlos Montero. Además habrá exposiciones y dos proyecciones.
¿Cuales son los objetivos para el próximo año?
Cada vez hay más problemas para elaborar el programa porque, dada la trayectoria y repercusión del congreso, son más los ponentes que desean acudir. Ojalá que Celanova cuente pronto con un hotel porque, el futuro de la villa pasa por el desarrollo de infraestructuras que, en este caso concreto, permitirían invitar a personalidades de Italia o Francia. Personalmente, de cara al año que viene trataremos de organizar un taller para los medios de comunicación locales.
¿Qué tiene este curso que no tengan los demás?
El audiovisual levanta mucho interés porque es un sector que está de moda. En esta edición, trataremos de reflexionar y debatir alrededor de lo audiovisual y su relación con la industria y la cultura. Dos territorios con los que necesita convivir pero que, al mismo tiempo, le demandan necesidades diferentes: negocio y creación, rentabilidad económica y expresión artística.
¿Cuales son las novedades?
Como cada año, hemos tratado de confeccionar una programación única, ofreciendo a los asistentes un programa denso con ponencias de prestigiosos académico y profesionales de la empresa privada a los que resulta muy difícil poder escuchar. Dada la singularidad del congreso, los asistentes podrán, además de asistir a las ponencias, mantener una tertulia con personalidades como Enrique Bustamante, Emili Prado, Antón Reixa o Carlos Montero. Además habrá exposiciones y dos proyecciones.
¿Cuales son los objetivos para el próximo año?
Cada vez hay más problemas para elaborar el programa porque, dada la trayectoria y repercusión del congreso, son más los ponentes que desean acudir. Ojalá que Celanova cuente pronto con un hotel porque, el futuro de la villa pasa por el desarrollo de infraestructuras que, en este caso concreto, permitirían invitar a personalidades de Italia o Francia. Personalmente, de cara al año que viene trataremos de organizar un taller para los medios de comunicación locales.
