LR- ’Estudié Bellas Artes, a pesar del disgusto de mi padre, pero finalmente he conseguido hacer del arte mi profesión’, reconoce el pintor mallorquín Leandro Sánchez.
Mallorquín de nacimiento, Leandro Sánchez lleva cerca de tres años en la villa de San Rosendo. Maestro de la pintura hiperrealista y las obras de temática religiosa, este artista conocido por sus dotes con el pincel, nos descubre una nueva faceta, la de escultor. Leandro Sánchez acaba de finalizar su primer trabajo en granito, una escultura en piedra de San Roque que ya tiene destinatario.
¿Cómo comenzó en el mundo de la escultura?
Hace mucho tiempo que practico este arte, aunque en ocasiones se ha visto desplazado por mi faceta de pintor. Lo que es cierto es que ésta es la primera vez que realizo una escultura en granito, la piedra gallega por excelencia.
¿Qué tal la experiencia?
Muy satisfactoria y por eso seguiré probando. Hasta ahora sólo había utilizado madera, de manera esporádica, y sobre todo la piedra mallorquina. Es una roca arenosa que te permite trabajar con mucha facilidad, es muy amable y puedes moldear cualquier cosa.
¿Cuáles son las principales diferencias respecto al granito?
Son dos materiales totalmente distintos. La piedra gallega es mucho más dura, hay que manejarla con más cuidado, poco a poco para no estropear la obra. La mallorquina es caliza, también es fuerte y resiste el paso del tiempo, pero se puede moldear como si fuera madera.
¿Con cuál se queda?
Con las dos. Cada una a su manera. Es cierto que estoy más acostumbrado a la mallorquina y a la madera, pero estoy seguro que sólo necesito tiempo para hacerme con el granito.
¿Cuál es el siguiente paso?
Seguir trabajando. Con esto de la escultura de San Roque me han planteado la posibilidad de realizar una exposición en Celanova, un proyecto que espero llevar a cabo muy pronto.
¿Para cuando un descanso?
En esta profesión uno no se puede permitir el lujo de descansar. A pesar del disgusto de mi padre, estudié Bellas Artes y conseguí hacer del arte mi profesión. Pero este es un trabajo constante que requiere mucho tiempo. Y tiene que ser así, porque cada día uno tiene que superarse a sí mismo, por cada cliente que ha comprado nuestras obras.
