La Asociación Ledicia Cativa de Terras de Celanova ha iniciado los preparativos para la acogida de niños y niñas rusos durante los meses de julio y agosto. Como todos los años por estas fechas, los miembros de la asociación celebran su asamblea general ordinaria para hacer balance del 2007, así como para iniciar los trámites que permitirán que alrededor de 40 niños rusos puedan pasar el verano de 2008 en Galicia.
Con el objetivo de resolver cuantas dudas tengan los padres primerizos y para retomar los lazos con los veteranos, la asociación ha organizado una reunión que se celebrará el próximo sábado, 19 de enero, a las cuatro y media de la tarde en las instalaciones de la Mancomunidad de Municipios Terra de Celanova, en el barrio da Ermida.
Hace 13 años que esta asociación con sede en Celanova trabaja en el programa de acogida. Una iniciativa que abarca a niños con edades comprendidas entre los 8 y los 18 años que todavía hoy sufren las consecuencias del desastre nuclear de Chernobyl.
Calidad de vida
Familias de Celanova y Ourense, así como de distintos concellos de las cuatro provincias gallegas, participan cada año en este programa de acogida vacacional que tiene como objetivo alargar la esperanza y calidad de vida de los pequeños. En los dos meses que los pequeños pasan en Galicia, además de ser un modo de conocer otra cultura y forma de vida, los menores depuran su cuerpo de la radiación que en las zonas afectadas por la explosión de Chernobyl sigue siendo bastante elevada.
Hace 13 años que esta asociación con sede en Celanova trabaja en el programa de acogida. Una iniciativa que abarca a niños con edades comprendidas entre los 8 y los 18 años que todavía hoy sufren las consecuencias del desastre nuclear de Chernobyl.
Calidad de vida
Familias de Celanova y Ourense, así como de distintos concellos de las cuatro provincias gallegas, participan cada año en este programa de acogida vacacional que tiene como objetivo alargar la esperanza y calidad de vida de los pequeños. En los dos meses que los pequeños pasan en Galicia, además de ser un modo de conocer otra cultura y forma de vida, los menores depuran su cuerpo de la radiación que en las zonas afectadas por la explosión de Chernobyl sigue siendo bastante elevada.
