Limia-Arnoia lidera la alianza para dar más valor al monte

Seis territorios con sus peculiaridades y seis experiencias piloto y ejemplarizantes para el aprovechamiento del monte se presentaron ayer en Celanova con motivo de las quintas jornadas “Son de monte”. La Sala dos Arcos de la localidad albergó la primera de las dos sesiones organizadas por el Grupo de Desenvolvemento Rural Limia Arnoia, coordinadores de un proyecto que nació en 2021 con la participación de los GDR de Mariñas-Betanzos, Montes e Vales Orientais, Galicia Suroeste, Condado Paradanta y Seitura, conjuntamente con otras 22 entidades locales. La manera más efectiva para evitar que el monte arda, subrayaron los participantes de la jornada inaugural, es sensibilizar a la sociedad e implicar al tejido asociativo y administraciones públicas en un aprovechamiento sostenible del territorio. “Vamos a intentar volver a querer o territorio, polo en valor. Non queremos explotar o monte, queremos aproveitalo dende unha perspectiva multifuncional, respectuosa e buscando alternativas ao ecualiptal ou piñeiral que xa temos bastante”, trasladaba Eva González del GDR-10 Limia Arnoia quien, además de moderadora de la jornada, fue la encargada de dar a conocer el proyecto piloto iniciado en territorio ourensano: la mejora de una masa de abedules (Betula celtiberica) en el monte vecinal en mano común de Penamá (Allariz). Cultura del monte Se trata de una parcela de 1,9 hectáreas donde se ha planeado una intervención a 40 años para un aprovechamiento maderero de calidad para muebles y que los participantes tuvieron la oportunidad de conocer por la tarde durante una visita al municipio alaricano. “As masas de bidueiros son moi frecuentes na zona, pero o seu aproveitamento non vai máis alá de leña para as casas”, dijo sobre una actuación que proyecta definir y ejecutar los tratamientos silvícolas necesarios para lograr una masa con unas características concretas que permita obtener aprovechamientos más allá de la tala final como “leña para fornos de pan nas claras sucesivas, cortiza para o xiritol e as follas para aceites de uso cosmético e medicinal”. En el marco del proyecto “Son de monte”, la Asociación de Desenvolvemento Galicia Suroeste Eu Rural ha promovido una guía y unidad didáctica sobre “As terras comunitarias: O Monte veciñal en man común” con el objetivo de acercar esta figura a las nuevas generaciones, “que veñen máis preparadas, e garantir o relevo”, dijo la gerente Eva Gil. Seitura 22 ha llevado a cabo en el Monte de Forgoselo (A Coruña) un estudio para analizar la fertilidad y la capacidad de secuestro de carbono de los diferentes usos del territorio. Mientras que la propuesta desarrollada en el Monte Xalo, dentro de las Mariñas-Bentanzos, ha girado alrededor de los bienes culturales y arqueológicos de los montes comunales como medio de promoción de una estrategia integradora de desarrollo comunitario. “A nosa loita é intentar poñer en valor eses servizos para a sociedade, sen recompensa económica para os comuneiros e que as administracións, os GDR, o vexan como algo que hai que apoiar porque nós sós non podemos”, trasladaban desde la comunidad de montes. En los Ancares, las mujeres de Piornedo han llevado a cabo un proyecto de recuperación de los sembrados de centeno y preparación de paja para los techos de las pallozas demostrando que, el futuro de estas estructuras no depende de una inversión puntual, sino de la implicación permanente de la gente y de la recuperación de diferentes oficios. “A única manera de parar los incendios es gestión da terra”, dijo Fe Álvarez, gerente del GDR Montaña de Lugo. En ese sentido, Paco González, del Condado Paradanta, trasladó su experiencia tras la ola de incendios del 2017 que, además de germen de este proyecto, permitió “ver o lume como unha oportunidade para ver que facer co monte, porque non queríamos que volva a pasar”. En su caso, el proyecto ha consistido en trabajos de recuperación, sensibilización y concienciación de áreas quemadas por incendios. La falta de gente en el interior choca con la autogestión costera Con la celebración de estas jornadas, que hoy contarán con una parte expositiva de experiencias en el territorio Limia-Arnoia, se cierra la primera fase de un proyecto que avanza ya cara a una segunda edición con el objetivo de ir tejiendo una red de trabajo cada vez más amplia y con más agentes del territorio, para contribuir así a la valorización del monte. Además de la presentación de los proyectos y puesta en común de los resultados y propuestas de futuro, las ponencias de ayer suscitaron un interesante debate sobre la propiedad de la tierra y las diferencias entre la costa y el interior con respecto a la gestión del monte como consecuencia del abandono y el envejecimiento. Así, mientras los grupos y representantes de A Coruña o Pontevedra apostaban por una autogestión, desde el interior de Lugo y Ourense hacían frente común contra la amenaza real que supone la titularidad de la tierra. “Os donos das parcelas particulares marcharon e os herdeiros, ou son descoñecidos ou son moitos ou perderon o vínculo, e as comunidades de montes non teñen xente que as xestionen”, resumía Eva González.