Mañana de sol, feria y gangas

Cientos de personas disfrutaron de una animada celebración de Jueves Santo donde el comercio local tiró la casa por la ventana para ofrecer ofertas y descuentos con los que animar las ventas y vaciar el almacén de productos de otras temporadas

Precios irresistibles y una buena oferta gastronómica son clave para el éxito de una celebración y, en Celanova, los saben. La villa de San Rosendo volvió a colgar el cartel de "completo" en la multitudinaria celebración que supuso la coincidencia del mercado semanal con las ferias de la oportunidad en las calles Encarnación y Celso Emilio Ferreiro.

A las nueve de la mañana el aparcamiento público de As Triguerizas ya estaba repleto y, a media mañana, la hilera de coches se extendía por las carreteras de Bande, Mourillós y Vilanova. "Tardamos unha hora en aparcar" fue un comentario muy repetido entre los visitantes que ayer se desplazaron hasta la capitalidad de Terras de Celanova llegados desde diferentes puntos de la provincia de Ourense, de Vigo, Santiago y mismo madrileños que apuraron sus desplazamientos para poder coincidir con la celebración.

El tiempo acompañó y con la amplia oferta comercial, el público lo tuvo difícil resistirse a las compras. Los feriantes habían madrugado y el municipio amaneció repleto de puestos. Los más floridos, los de flores, árboles y verduras de la plaza Maior, sin desmerecer a los puestos textiles, de ropa de cama y útiles de labranza distribuidos entre la Alameda, la plaza del Rubí y la calle Rosalía de Castro. En la plaza Cervantes, los jamones, embutidos y quesos eran una delicia para todos los sentidos, mientras que, los amantes de la automoción, disfrutaron con la exposición de modelos y marcas de la calle de la Botica.

COMERCIO LOCAL

En los dos extremos del mercado tradicional, en la calle Celso Emilio y Encarnación, se concentraron las ferias de la oportunidad. El comercio local ha estado más presente que nunca en la celebración, con cerca de 80 puestos de  productos de alimentación, muebles y decoración, juguetes, artículos veterinarios, óptica, maquinaria agrícola,  música, libros, monedas, calzado y ropa, mucha ropa. Y, entre puesto y puesto, se colaron artesanos de dulces, quesos y licores de la comarca que hicieron las delicias de los asistentes.

Como si de una procesión se tratase, vecinos y visitantes discurrieron de punta a punta de la localidad buscando "gangas". Así rezaba en los distintos carteles, con descuentos " de hasta el 90%", reiteraba Julio Gosende, el artífice de la feria en la calle Celso Emilio Ferreiro que va ya por su octava edición.

SIN INCIDENTES

La concurrida travesía de acceso al centro fue un hervidero durante toda la jornada, animado en horario de mañana con la actuación de Wai Jazz Trío y las pandereteiras de O Forrollo (Cartelle) y Celavella (Celanova). Mientras que a mediodía, el protagonismo fue para las tascas y barras improvisadas que los bares y restaurantes montaron en las aceras ofertando pinchos y tapas tradicionales, siendo los callos el producto estrella. La tarde, ya con menos público y oferta comercial, transcurrió sin incidencias y se concentró en la calle Celso Emilio Ferreiro donde la organización dispuso sendos torneos de parchís y futbolín, así como exhibiciones de zumba,

Desde la Policía Local, el jefe Fernando Mouriño confirmo que la jornada fue "tranquila" tras la oleada de robos de carteras del año anterior. El refuerzo de efectivos y la precaución de los vecinos parece ser que disuadieron de "hacer su agosto" a los amigos de lo ajeno. "Houbo un par de persoas que nos comentaron que lles faltou a carteira, pero un nin tan sequera sabía si lla habían roubado ou a perdera", explicaba Mouriño. 

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