"Escapóuseme o ratón!" es la frase más repetida en las viejas caballerizas del Monasterio de Celanova, y no es porque los roedores hayan tomado el edificio sino por el taller de informática para mayores que se ha puesto en marcha en el telecentro municipal.
Una animada pandilla de septuagenarios conversa a las puertas del telecentro de As Triguerizas. Están a la espera de la llegada de Laura Fernández, la monitora que tres veces por semana les acerca a las nuevas tecnologías y les acompaña a perder el miedo a "eso de internet".
El avance tecnológico ha llegado a los más mayores de la casa que, hartos de ver al nieto con la tablet, no quieren perder el tren de las nuevas tecnologías. "Encántame ver a xente maior con esa actitude. As veces dinche que a cabeza non lles da para tanta información, pero outras son eles os que che están a preguntar como facer esto ou aquelo", confiesa la joven profesora, para quien esta primera experiencia de formar en el uso de las nuevas tecnologías a personas entre 69 y 82 años "tamén é un reto, porque tes que facelo o máis sinxelo posible para manter o seu interese".
Leer la prensa, pedir cita para el médico o consultar cuentas bancarias motivaron a este animado grupo de vecinos de Terras de Celanova a anotarse al curso, pero tras hacerse con el control del ordenador esperan lanzarse con la localización de las fincas a través del Sigpac, hablar por videoconferencia con la familia de la emigración o cotillear a los amigos de la red facebook. "Eu non quero quedarme atrás", confiesa Domingo Vaz que, a sus 80 años tiene ilusión y ganas por aprender. A su lado, José Álvarez asiente. Durante su vida laboral tuvo que lidiar con los ordenadores "pero al dejarlo aparcado, uno se olvida". Y mientras navegan, en casa están encantados. "Mis hijos me animan para que venga", reconoce Mercedes Martínez.
