El Concello de A Merca, a través del alcalde Manuel Garrido, ratificaba ayer su intención de no velar a positivos covid en las instalaciones municipales. "Es una medida de precaución, porque nadie me garantiza nada por escrito. Yo tengo dudas y soy el responsable de lo que pueda pasar", señalaba el regidor, médico de profesión, quien asume todas las consecuencias de la negativa dada a una familia de la comarca a usar el velatorio la semana pasada. "El no es para todos", señala Garrido, quien no entra en que el fallecido fuese o no vecino del municipio, aunque cree que "tratan de polemizar aquí cuando le pusieron pegas en otros sitios".
Un hecho que niegan tanto desde la empresa funeraria, como desde la familia. El portavoz, José Manuel Conde, asegura que A Merca, además de un concello al que están vinculados familiarmente y donde tienen propiedades, era la primera opción porque "nos quedaba a todos a mano". Abrumados por la repercusión que ha tenido su caso y el apoyo de la gente, la familia reiteraba su malestar con los modos mostrados por el regidor. "Nosotros estamos tranquilos por cómo sale el féretro del hospital, él debería conocer los protocolos", señala Conde, aunque entiende las dudas. "Si nos lo hubieran explicado, lo hubiéramos entendido o mismo asumiríamos el coste extra para desinfección", dijo.
Desde el Consistorio, Garrido aludía a la falta de medios y mismo que los protocolos son "meramente orientativos", y deriva el debate a la necesidad de "proteger a los vivos", colectivos vulnerables como las familias que no tienen recursos para comprar mascarillas. "Miremos a Portugal, donde gobierno y oposición tiran del mismo carro", señalaba el regidor que, en verano, optó por no abrir las piscinas y no autorizar fiestas.
