“No voy a encabezar ninguna lista, pero puede que respalde alguna”

Montserrat Álvarez Vispo.
Tranquila y segura se muestra la concejala Montserrat Álvarez, la mujer que ha puesto fin a dos décadas de mayoría del PP en Celanova. Las desavenencias con sus ex-compañeros a raíz de la dimisión de Antonio Mouriño la llevaron a abandonar el partido que le permitió entrar en política en 2011.
Celanova es un pueblo pequeño, ¿qué le dicen los vecinos?
La verdad, que esto debía haber sucedido hace tiempo. La mayoría está muy contenta, a excepción del sector afectado.

¿Qué ha supuesto en su vida personal tomar esta decisión?
Sabes realmente quien es tu gente y los que viven del Ayuntamiento y de la política.

¿Por qué decide dimitir ahora y no hace un año?
Por los engaños y las mentiras de Luis Ferro. Cuando Antonio Mouriño anunció su renuncia, les dije que no fuera un cambio de personas sino un cambio de formas de gobernar y que quería participar en el gobierno local, no solo para levantar la mano. Me contestó que estaba de acuerdo y que a él también le había pasado, todo muy bien para que lo votara en el pleno de investidura. Me ofreció la Concejalía de Cultura y, como no me la daba, lo tuvo que obligar Mouriño. Cuando finalmente se me asignó y empecé a trabajar, me encontré con un montón de trabas. Ya me habían avisado de que me la daban pero que la iba a dirigir él. Y así fue. ¿Para qué íbamos a votar y para qué convocaron a los afiliados, si Luis Ferro ya sabía desde el 2011 que era el sustituto de Mouriño?

¿Se arrepiente de su decisión?
No.

¿En algún momento pensó en dejar el acta de edil?
Sí, si me hubieran respetado.

¿Seguiría en el PP si Antonio Mouriño siguiese de alcalde?
Llevaba tiempo dándole vueltas. Estaba cansada de ver cual era la forma de gobernar, en la que a algunos concejales se nos trataba como meros robots. La forma en como se llevó a cabo el cambio de alcalde fue lo que colmó el vaso.

¿Cómo es su relación con José Luis Ferro y el resto de concejales populares?
Por mi parte normal. Algunos me devuelven el saludo y otros no.

¿Y con los militantes?
De todo. Unos me critican y otros me apoyan, aunque depende mucho de su situación.
¿Qué les diría a aquellos que le acusan de traidora?
Pienso que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.

Desde el PP se insinuó que su decisión se debió a la negativa a dejarle organizar las fiestas y lo vincularon a la profesión de su pareja
De ese tema no voy a hablar.

Muchos la acusan de que su único interés era obtener una dedicación y que, de querer trabajar, lo pudo hacer en el año y medio que ejerció de concejala.
Si solo me interesara la dedicación por el dinero, no me hubiera ido al grupo de no adscritos, dado que hubo intentos y negociaciones para que siguiera en el grupo de gobierno. Durante el año y medio trabajé tanto como Luis, iba cuando me llamaban a votar lo que ya estaba preparado, mandaba Mouriño. Luis era concejal de cultura y las fiestas las hacía Mouriño. Yo nunca supe ni el presupuesto de mi Concejalía y cuando propuse algo me dijeron que no había dinero.

¿Por qué se metió en política?
Un día me llamó Antonio Mouriño y me propuso ir en su lista tomando un café. Lo consulté con mis amistades, familia y amigos, y me aconsejaron que no fuera. Pero mis inquietudes por hacer algo por mi pueblo me llevaron a decir que sí.

¿Qué tal las relaciones con los compañeros del BNG o PSOE?
Mis relaciones son las normales entre vecinos y, sobre el acercamiento con alguno, el tiempo lo dirá.
¿Qué propuestas le gustaría llevar a cabo para Celanova?
Favorecer la instalación de empresas para la creación de puestos de trabajo; poner en marcha el albergue; ayudar al comercio local; fomentar y apoyar el deporte de base y crear un parque saludable en el centro.

De cara a las próximas elecciones municipales, ¿le quedan ganas de seguir en política?
No voy encabezar ninguna lista, pero puede que respalde alguna candidatura.

¿Le gustaría añadir algo más?
En mi casa, Luis y Mouriño dijeron muchas cosas, las tengo guardadas en un cajón.

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