URBANISMO

El nuevo centro de salud de Pontedeva abrirá en noviembre

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photo_camera Marta Ramos, Mercedes Sánchez, Trinidad Gamarro, Eloína Núñez, Juan Carlos González y Alberto Pedrera.

La construcción del edificio, situado en Outeiro, ha contado con una inversión de 710.000 euros 

Los pacientes del concello de  Pontedeva estrenarán el próximo mes de noviembre las nuevas instalaciones del centro de salud, después de dos décadas compartiendo las instalaciones de la casa consistorial. Así lo aseguró ayer la gerente del Sergas en Ourense, Eloína Núñez, que visitó la zona para revisar la ejecución de los trabajos y las necesidades del personal sanitario. "El edificio ya queda listo esta semana, por lo que a partir de la próxima se instalará el mobiliario, como paso previo al traslado del servicio", explicaba la gerente, que recordó el esfuerzo de la administración autonómica (710.000 euros) para dotar a este municipio de 600 habitantes con un espacioso y moderno edificio sanitario.
La nueva construcción, enclavada en el lugar de Outeiro frente al consistorio y el campo de fútbol, cuenta con una planta de 280 metros cuadrados donde se distribuyen las consultas (médico, enfermera y sala de la mujer), servicios, sala de espera y hall de entrada. El sótano, de 133 metros cuadrados y con salida directa a la calle dada la doble altura del terreno, se reserva para el personal con una zona de descanso, sala de juntas-biblioteca, vestuarios y almacén. "Además del edificio, Pontedeva contará antes de final de año con un personal de servicios generales (PSG) que tratará de solucionar algunos de los problemas que comentan los facultativos", anunció Núñez.

UNA VIEJA DEMANDA 


La apertura del centro de salud pone fin a una vieja reivindicación vecinal y también política. "Este edificio es todo un lujo", reconocía el regidor, Juan Carlos González Carbajales. En la misma línea se manifestaba el personal sanitario, que aseguraron que "pasaremos de la noche al día", en referencia al espacio rudimentario y escaso que hasta ahora están ocupando en la planta baja del consistorio.
 Una vez se materialice el traslado, el gobierno municipal aprovechará las salas que queden vacías de la planta baja del consistorio para reubicar en ellas el archivo y el despacho del aparejador, "para que los servicios de atención al ciudadano queden en la planta baja y no sea necesario que suban al primer piso", explicaba el alcalde, consciente de las dificultades de accesibilidad de un edificio que carece de ascensor. 

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