La lotería deja en Celanova un pellizco muy repartido

El segundo premio de la Lotería Nacional del jueves ha dejado en Celanova un pequeño pellizco de 120.000 euros, distribuido en 20 boletos de 6.000 euros cada uno. "Es un premio repartido. Es un número abonado de esta administración desde hace 12 o 13 años, uno es de una persona que juega siempre a ese número, y los demás creo que se han vendido sueltos. En este sorteo es raro que se lleven más de uno. Casi mejor, así está más repartido", comentaba a mediodía de ayer José Pío Álvarez, propietario de la administración de loterías número 1 de Celanova quien, a pesar de no haber dado ningún premio grande esta Navidad, en pedreas ha repartido 213.000 euros en el sorteo del pasado día 22 de diciembre y 54.000 euros en el de Reyes. La noticia del premio corrió como la pólvora en la mañana de este viernes, coincidiendo varios de los afortunados en la puerta de la administración ubicada en la calle Celso Emilio Ferreiro. Uno de ellos fue Ramón Iglesias, vecino de A Merca. "Donde lo puedo cobrar?", preguntaba al lotero tras conocer en aquel momento que los tres euros invertidos en la Lotería Nacional del jueves se habían convertido en 6.000, lo que le permitirá hacer algún regalo a sus seres queridos. "Suelo jugar, pero nunca tengo un número fijo. Cojo lo que salga, porque esto es suerte", comentaba el afortunado, quien nunca había ganado un premio tan grande. "He tenido algún reintegro, de 18 o 20 euros", comentaba. Más madrugadores fueron Carmen y José, que a primera hora de la mañana se pasaron por la administración de Pío para confirmar que eran portadores de uno de los 20 boletos ganadores. "Vivo justo enfrente", relataba José Rodríguez, quien comentó como no habían tenido suerte ni en el sorteo de Navidad ni en el de Reyes. "El mismo jueves, a última hora, compramos el boleto. Le pedí uno al azar y me dio ese. No es mucho dinero, pero nos servirá para comprar algo y repartir con los rapaces. Es una ayuda", subraya José Rodríguez. El 21.269 es un número que no olvidarán fácilmente los agraciados. Tampoco lo hará Pío Álvarez quien, a pesar de llevar desde los años 80 en la administración de loterías que fundó su abuelo en 1920, "es la primera vez que doy un premio del jueves. Ya había dado de las otras, del sábado, Navidad, Primitiva, Bonoloto,...", enumeraba el lotero. El premio, continuaba, es un buen broche para despedir el 2020. "Un año raro" por el coronavirus, pero también muy especial para la administración que conmemoró sus primeros cien años historia.