La Corporación municipal de Celanova se reunió ayer en sesión ordinaria para, entre otras cuestiones, aprobar un plan económico-financiero que permita cumplir con la exigencia legal tras incumplir la regla de gasto en 2019. Este plan bianual contempla medidas económicas tras haber "tirado" del remanente de Tesorería en el ejercicio pasado. "O déficit foi de 440.000 euros, pero cando nós entramos era dun millón de euros", explicó antes de la sesión el alcalde, Antonio Puga, quien señaló que "o 86% o gastou o anterior grupo de goberno e, no caso do 14% restante do que nos fixemos cargo, na súa ampla maioría, foi obrigado para atender gastos correntes e o pago de obras (previamente) comprometidas".
Las medidas, que se resumen en tener superávit este año o en 2021, han llevado al grupo de gobierno actual a "desenvolver unha política de gasto o máis estrita e austera posible e cumprir coa exixencia legal", explicaba Puga.
La sesión abordó, además de la cuenta general de 2019, una modificación de crédito para hacer frente a gastos derivados del covid, así como dos mociones del BNG sobre el protocolo escolar de adaptación a la pandemia y sobre los servicios sociales.
Apoyo a la San Carlos
Por la vía de urgencia se aceptó y aprobó una moción suscrita por los cuatro grupos políticos con representación en la Corporación para refrendar su disponibilidad para colaborar económicamente con la Fundación San Carlos que gestiona la residencia de ancianos de la localidad. El texto urge a los gestores del centro a que soliciten una subvención, que se aprobaría en el pleno vía convenio, pero también piden al Patronato que lo gestiona a que amplíe sus miembros con la introducción de un representante de las trabajadoras, otro de las familias de los usuarios y un tercero en representación de la Corporación, además del alcalde que es miembro nato del mismo.
