El Concello instalará 175 lámparas de halogenuro metálico, que reducirán un 60% la factura eléctrica

Pontedeva desarrolla un plan pionero de ahorro energético

Eliseo Diéguez y Juan Carlos González en la presentación del proyecto ayer en Pontedeva. (Foto: L.F.)
El Concello de Pontedeva ha sido seleccionado para participar en un proyecto piloto gallego en materia de iluminación pública exterior, a través del cual se renovarán las antiguas lámparas de vapor de mercurio de 125 watios por equipos más eficientes de 50 watios. La actuación, pionera en la provincia de Ourense, trata de evaluar la eficacia de las lámparas de halogenuro metálico regulable en el alumbrado exterior que, con un menor consumo de energía, logra una mejor iluminación.
El proyecto requiere de una inversión de 49.810 euros (de los que un 11% corre a cargo del Concello de Pontedeva, un 40% lo pone el Instituto Enerxético de Galicia y el 49% restante la empresa General Electric Lighting) y permitirá la renovación de 175 puntos de luz en Aldea de Deva, Trado Grande, Trado Pequeno y el lugar de O Valiño, donde está ubicado el parque empresarial municipal.


UNA RENOVACIÓN NECESARIA

Desde el Concello, el alcalde Juan Carlos González señalaba que 'estamos moi agradecidos pola elección de Pontedeva como centro experimental, unha actuación moi importante que servirá para renovar o tendido máis antigo ao tempo que aplicamos medidas de aforro enerxético que repercutirá nas arcas públicas' y añadía que 'eses cartos os investiremos en outras actuacións e servizos para a comunidade'.

En la actualidad, el coste del alumbrado público municipal (con 667 habitantes, 27 núcleos y una extensión de 9,9 kilómetros cuadrados) alcanza los 39.000 euros anuales. Según las estimaciones de los técnicos, la aplicación de las nuevas tecnologías permitirá un ahorro energético de unos 117.200 kw al año que, en términos económicos, se traduce en un 60% de la factura eléctrica en las zonas afectadas. 'En termos económicos serán uns 10.300 euros por exercicio', enfatizaba Eliseo Diéguez, director del Inega que destacó la necesidad de que las administraciones 'demos exemplo' con la implantación de sistemas de ahorro energético.

Más allá de los beneficios económicos, la instalación de lámparas de última generación -que también se implantarán en Nigrán (Pontevedra), Taboada (Lugo) y Boiro (A Coruña)- suponen una reducción de las emisiones a la atmósfera de 21.200 kilogramos de CO2 al año, cifra equivalente a la plantación de un millar de árboles.

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