La retirada de las hierbas y la maleza que invadía la entrada del edificio -objeto de crítica por parte del BNG hace un par de semanas, cuando acusaba a la administración de su abandono- ha sido una de las primeras actuaciones que ayer llevaban a cabo los operarios contratados para las obras de ampliación y adaptación de la residencia de A Bola.
Un presupuesto de 64.042 euros permitirá adaptar las instalaciones a la normativa vigente y reabrir al público como mini-residencia con capacidad para 48 usuarios (tenía 24), después de su desalojo hace cinco años. La alcaldesa del municipio, Teresa Barge, se desplazaba ayer hasta Podentes para corroborar el inicio de los trabajos, cuyo plazo de ejecución expira en marzo, con la premisa de que abra esta primavera. “Dende o Concello estamos satisfeitos de ver como reabren as instalacións, e máis con ese número de prazas, para dar servizo aos nosos maiores e tamén polo que suporá de desenvolvemento laboral no noso concello”, reconocía la regidora, quien reconoce que hay “demanda e interese” entre los vecinos por la reapertura, cifrándose en una decena las personas que se han interesado por solicitar una plaza. “Os veciños empadroados na Bola terán un desconto do 10%”, dijo Barge.
Los trabajos en el edificio se centrarán en la adaptación de las instalaciones a la nueva capacidad y normativa vigente. Así, ayer empezaban por la retirada y eliminación de dos aseos de la planta baja para la ampliación de la sala central. En la primera planta se dividirá en dos la sala polivalente para adaptarla a las nuevas necesidades. También se llevarán a cabo actuaciones en las escaleras interiores y exteriores, y de eficiencia energética. La empresa, también con cargo al canon, se encargará de amueblar las habitaciones de la segunda planta.