“La ‘Residencia de señoritas' fue una avanzadilla de la mujer independiente"

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photo_camera Almudena de la Cueva.

El Claustro do Poleiro, donde tiene sus dependencias el Instituto Celanova Celso Emilio Ferreiro, albergará hasta el 25 de octubre la exposición "Mujeres en vanguardia".

El Claustro do Poleiro, donde tiene sus dependencias el Instituto Celanova Celso Emilio Ferreiro, albergará hasta el 25 de octubre la exposición "Mujeres en vanguardia". Se trata de una colección itinerante sobre la Residencia de Señoritas de Madrid (1915-1936) que este lunes inauguró en la villa una de sus comisarias, Almudena de la Cueva.

¿Cómo llega la muestra a la villa de San Rosendo?

La iniciativa surgió con motivo del centenario de la Residencia de Señoritas en 2015, y tras un periodo de exposición permanente en Madrid, se realizó esta versión itinerante que ha visitado ya 15 ciudades y que ahora llega a Celanova a través de la Fundación Curros Enríquez, entidad que, al igual que la Residencia de Estudiantes, forma parte de la Asociación de Casas-Museo y Fundaciones de Escritores (Acamfe). Además, se da la circunstancia de que el cineasta Carlos Velo (Cartelle 1909–México D.F., 1988) conoció allí a su primera mujer Marylín Santullano.

Esta es la primera vez que se expone en un instituto, creo que puede ser interesante porque es una muestra que habla de historia, pero también de ciencias, de educación, de filosofía o arte. 

¿Qué se puede ver en la exposición?

El objetivo es contar como surge ese proyecto, como era el acceso a la formación superior y a las actividades profesionales en una época crítica, así como la explicación de como un centro que empezó con 30 mujeres llego a tener 300. En total hay 1.500 mujeres inscritas, de las cuales 30 eran gallegas. 

¿Qué papel jugo la Residencia de Señoritas en la sociedad de la época?

En España el sufragio es tardío, pero el feminismo no, y ese feminismo subía a través de la educación, una educación en igualdad con los hombres. La Residencia de Señoritas fue esa avanzadilla para lograr una mujer moderna, independiente, profesional. Y, aunque quedó truncada por la Guerra Civil muy pronto, esas mujeres que formaron parte de la residencia, al volver a sus casas y ejercer su profesión (maestras, boticarias, ...), esparcían esa percepción de cambio a su alrededor.

¿Cómo definiría el impacto de la exposición entre los visitantes?

Sobre todo entusiasmo. Aunque es una historia con un final duro, con una guerra que supuso un retroceso muy grande, causa entusiasmo en la gente. También, algo que hemos percibido en las diferentes ciudades y que esperamos que ocurra en Celanova, es información de gente, de familiares de mujeres que estuvieron allí, fotografías, documentos, ... Como hay un proyecto de investigación detrás, cuanta más información mejor para rellenar el puzzle de todas esas mujeres y sacar una lectura en conjunto. Nosotros queríamos (y queremos) reivindicar a todas esas mujeres, las conocidas con María de Maeztu a la cabeza, pero también las anónimas.

La muestra llega a Galicia en un momento álgido para el feminismo.

Este proyecto nació en el año 2015, con un trabajo previo, quiero creer que un poquito hemos contribuido a esa agitación.

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