“San Miguel y Santiago de Peñalba son dos 
oratorios que reflejan un culto al sol"

David Gustavo López, investigador y escritor leonés

San Rosendo y su legado, muy especialmente la capilla mozárabe, protagonizan una parte de la historia del último trabajo de investigación de David López. "Los últimos Priscilianistas" destapa el enigma solar de los templos de Santiago de Peñalba, dentro de la comarca leonesa del Bierzo, y San Miguel de Celanova.



¿Qué tienen en común Peñalba y San Miguel?

Ambas iglesias son lo que ahora se llama un fenómeno arqueo-astronómico (estudio del origen de los yacimientos arqueológicos relacionados con la astronomía por culturas antiguas) que reflejan un culto al sol, con dos fundadores coetáneos y que además eran amigos.



¿Qué le llevó a investigar el tema?

Peñalba siempre me gustó, tanto que hace 40 años me compré una casa en ruinas que rehabilité y a la que acudo siempre que puedo. Y cada vez que miraba la iglesia, que queda frente a mi casa, apreciaba un nuevo detalle. Así descubrí las inscripciones de la ventana, grabados y una especie de petroglifo medieval (la iglesia data de 937) en el suelo. Hilando e investigando descubrí que un determinado día y hora (solsticio), cuando el sol entra por la ventana ilumina el centro del círculo y me dije, esto tienen que ser algo.



¿Y qué descubrió?

Atraído por las preguntas de quién hizo aquello y qué pretendía, me llevó a la figura del obispo Salomón, que a sabiendas de este fenómeno mandó construir la iglesia en un punto concreto y con unas características determinadas. Y es que Salomón, discípulo de San Genadio, era un heliolátrico, que quiso preservar con un templo cristiano un lugar de culto al sol. No se puede certificar, pero sus creencias me llevan a afirmar que fue uno de los últimos priscilianistas. Una doctrina cristiana predicada por Prisciliano, un eclesiástico que buscaba la santidad, un gnóstico que veía en la naturaleza, en todo, la presencia de Dios, y que fue eliminado porque su mensaje de pobreza hizo tambalear una iglesia que en el siglo IV acababa de asentarse en el poder.


¿Y dónde encaja San Rosendo?

Investigando a Salomón, descubrí que en muchos de sus documentos aparecía un tal Rosendo Gutierres (San Rosendo) y su hermano Froila (Conde de Astorga) y viceversa. Y el colofón es la capilla de San Miguel, también mozárabe, que parece Peñalba en pequeño. Un oratorio donde se reproduce el mismo fenómeno solar que en Peñalba, pero que además fue alineado con el monte de San Cibrao que alberga una concentración megalítica y junto a un outeiro de piedra. San Rosendo y Froila, que le cedió las tierras para construir el oratorio, están en la línea de Salomón y por eso me sumo a los autores que hace tiempo ya tildaron a San Rosendo de priscilianista.

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