Carlos Núñez se volvió a meter ayer al público celanovés en el bolsillo en el magnífico concierto que ofreció ante 500 personas en el Claustro Barroco del Monasterio de San Rosendo. El espacio, ideado como lugar de oración y descanso de los antiguos monjes del cenobio, sienta como un guante para los espectáculos acústicos como el ofrecido anoche por el "gaiteiro" con raíces en San Pedro de A Mezquita (A Merca).
La actuación, uno de los eventos del verano en la villa de San Rosendo, fue el broche de oro para una jornada calurosa pero muy animada, donde el comercio local se puso de acuerdo para tirar la casa por la ventana y ofrecer a clientes y foráneos productos de calidad a precios de escándalo para combatir la crisis. Con la complicidad de la hostelería, la asociación celanovesa hilvanó un recital con música en directo que animó desde la avenida de San Rosendo hasta la calle Colón, pasando por la Rosalía de Castro, plaza Cervantes o Praza Maior. "Houbo moi bo ambiente, penso que o formato planificado para este verán está a ser axeitado e ten boa aceptación entre a xente", señalaba el alcalde, Antonio Puga, quien destacó de las actividades de pequeño formato que se organizan de jueves a domingo que "non teñen aglomeracións" y están dirigidas a diferentes públicos, con el objetivo de que celanoveses y veraneantes tengan al menos una propuesta veraniega a la que acudir cada semana. La programación continuará hoy con la sesión vermú con "Tonichi e Pacheco" a las 13,30 horas en la Alameda y el concierto "Pequenos grandes solistas" a las 20,30 horas en el Claustro Barroco.
