El sol se alió con el comercio en Celanova

Miles de personas tomaron ayer Celanova en una soleada jornada de compras y ocio que rememoraba a los mejores jueves del verano. A juzgar por las bolsas que portaban los viandantes, comerciantes y feriantes hicieron su agosto en pleno abril

Las calles y plazas de Celanova colgaron ayer el cartel de completo en una de las celebraciones más concurridas del año, la que tiene lugar coincidiendo con Jueves Santo y donde el municipio hizo honor a su nombre, el de capital comercial de Terras de Celanova… y de Galicia. 

Cientos de personas disfrutaron de la soleada jornada festiva, con unos comercios que hicieron su agosto y un lleno en terrazas y bares, donde los lugareños se quedaron en minoría ante la concurrida afluencia de visitantes de las cuatro provincias gallegas y de veraneantes llegados desde Madrid, Cataluña o País Vasco.

 

“Vir o mercado é un ritual e, con este día, moito máis”, comentaban Roberto y Ana, una pareja viguesa con raíces en A Bola. Desde Madrid llegaban Marcos, María y sus dos pequeños:  “Les encanta la feria y lo que más, ir a comer el pulpo”, comentaban ataviados con bolsas y, en las muñecas, sendos globos de helio.

La coincidencia del mercado semanal con la feria comercial en la que se volcó todo el municipio, abriendo la puerta de sus comercios unos y participando con puesto propio en la XV Feira da Oportunidade de la calle Celso Emilio Guerrero otros, es la clave del éxito de Jueves Santo en Celanova. “Bueno, y este solecito también ayuda”, comentaban un grupo de amigos mientras compartían unas cañas en la Praza Maior, donde además de flores, frutas y plantas, ayer también estaban a la venta automóviles de los concesionarios locales.

“Celanova está radiante, pletórica, chea de xente. De veciños e visitantes que están pasando un día marabilloso desfrutando do noso pobo, do noso comercio e da nosa gastronomía”, comentaba el regidor celanovés, Antonio Puga, quien no se animó a poner una cifra de visitantes; “moitísimos”, dijo. Con los aparcamientos llenos desde primera hora, hileras de conductores optaron por dejar sus coches en los viales de acceso a la villa, tanto desde la OU-540 como en la carretera de Mourillós desde la autovía.

Casi sin tiempo para descansar, y con permiso de la programación religiosa que hoy vivirá su día más esperado con la procesión del Santo Entierro, el bullicio y la diversión regresará este sábado y el domingo a Celanova con la VII Festa da Faba. El convite gastronómico a base de las “fabas das sete semanas”, típicas de la zona, se podrá degustar en el Claustro Barroco del Monasterio en el marco de una programación que incluirá música, talleres infantiles y feria de artesanía, antigüedades y mercado de segunda mano.

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