Cuatro personas para atender a 54 personas es la realidad a la que se enfrentaban este lunes en la Residencia San Carlos de Celanova, el foco más grande de positivos por coronavirus de Galicia, con más de una veintena de casos y una persona fallecida.
El escaso personal salía a la calle, enfundadas en monos, con mascarillas y gafas, para recibir a la Unidad Militar de Emergencias y reivindicar ante los medios allí congregados, personal cualificado para atender a los mayores. “Necesitamos mans que veñan a axudar”, apuntaba Sonia Dopazo, trabajadora social que ejerció de portavoz, al tiempo que pedía menos burocracia, “Non damos abasto”, insistía.
Las profesionales han compartido su preocupación ante la "importante carga vírica" que están soportando en este centro tras los primeros casos de contagio en la residencia, que han desinfectado miembros de la Unidad Militar de Emergencia.
