Los vecinos de Celanova recuperan la calma pero habrá restricciones de agua

photo_camera Operarios arreglando postes de luz en la carretera de Quintela de Leirado. (M. ÁNGEL)

El día después de uno de los fuegos más virulentos de la última década en la localidad, se presentaba tranquilo, pero con una nutrida presencia de profesionales de las llamas tratando de extinguir por completo el fuego

El olor a quemado y pequeñas columnas de humo que emanaban de la tierra eran, a primera hora de la tarde de ayer, constantes en la zona cero del incendio originado el lunes en la parroquia de Amoroce, a las puertas de Celanova. 

El día después de uno de los fuegos más virulentos de la última década en la localidad, se presentaba tranquilo, pero con una nutrida presencia de profesionales de las llamas tratando de extinguir por completo el fuego. "Esto está tranquilo, pero también lo estaba ayer (por el lunes). Veíamos a los medios trabajar y el fuego estaba lejos. La suerte es que los particulares de las fincas de alrededor las tenían limpias", comentaba un vecino de la urbanización Souto Verde de Celanova, un conjunto de 15 viviendas a las afueras del casco urbano que finalmente no fue desalojado "aunque sí nos pidieron que retirásemos los coches de la calle para facilitar el paso de los vehículos antiincendios". 

Sí que fue desalojada una casa ubicada junto a  la carretera de Quintela de Leirado, "pero fue algo tranquilo, gente joven que se mostró colaboradora", matizaba este mismo vecino que siguió desde el minuto cero el avance de las llamas. El humo, comentaba otra lugareña a la que el incendio le pilló fuera, "fue quizás lo que más alarmó a la gente, pero miedo por las llamas, no", señaló.

La situación por la noche "fue más tranquila de lo que se esperaba", comentaba la concejala de Protección Civil, Pilar Regueiro, que hizo especial hincapié en la ardua labor que los distintos grupos y equipos de emergencia y seguridad ciudadana realizaron el lunes en Celanova, los que estaban trabajando y los voluntarios que se movilizaron estando de día libre, al tiempo que reconoció que se vivieron momentos de tensión, especialmente con el desalojo del tanatorio. A raíz del incendio y, motivado también por la sequía, Regueiro explicó que se va a restringir el uso del agua del servicio municipal. 

"Para el incendio se cogió agua del depósito de A Gandarela, pero también de la red, por eso hemos cortado el riego de los jardines y suprimiremos la limpieza de la plaza el jueves. No queremos que vuelva a pasar algo así y no tengamos agua para sofocarlo", explicaba Regueiro, que hacía un llamamiento en este sentido a la propia ciudadanía. 

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