Vecinos de Pontedeva, en la comarca de Terra de Celanova, han presentado una reclamación ante el Instituto Galego de Consumo tras llevar, según dicen, más de un año soportando los retrasos y errores en el servicio de reparto que realiza la empresa pública Correos. "Dejan las cartas en lugares que no se corresponden, en palleiras donde se ve que no vive nadie, y también hay retrasos, cartas importantes que no llegan desde hace dos meses", asegura Juan José Álvarez, vecino de Pontedeva y promotor de esta reclamación vecinal tras varios intentos infructuosos para solucionar esta situación a través la oficina de Correos de Cortegada. "Nos quejamos, pero no cambió nada", asegura.
La situación se remonta, según relata el teniente de alcalde del Concello de Pontedeva Juan Carlos González, a la jubilación del cartero titular de la localidad y el reparto de sus funciones entre el personal restante, aumentando la carga de trabajo de la plantilla y sin tener en cuenta las características de dispersión y envejecimiento poblacional. Para muchos vecinos resulta complicado tener que desplazarse hasta Cortegada para recoger una carta certificada. "Es un problema grave, ya nos hemos quejado pero no han arreglado nada", asegura González Carbajales, quien lamenta que "solo somos números y pocos", matiza.
Desde el grupo de gobierno municipal de Pontedeva se promovió, en septiembre del año pasado conjuntamente con sus homólogos de Cortegada, Gomesende y Padrenda, una queja formal a Correos. En ella pedían a la empresa pública la restitución del puesto de cartero de Pontedeva y reforzar la oficina de Cortegada, de quien depende el reparto postal en estos cuatro municipios rondan los 4.000 habitantes. "Que yo sepa, no han contestado a la queja que enviamos. Lo que vamos a hacer, de hecho ya hemos empezado, es que las cartas del Concello las vamos a entregar nosotros personalmente", confirmaba el teniente de alcalde, quien entiende que puede ser una manera de "darle un toque" a la empresa pública. La primera remesa de 400 cartas con notificaciones para la limpieza de fincas las empezaron a entregar la semana pasada a través de personal municipal.
En su momento, tras la queja formal presentada por los cuatro concellos, fuentes de la empresa pública confirmaron a este periódico que se habían realizado cambios en esta unidad, para actualizar las diferentes rutas y tareas de reparto y adecuarlas al volumen de envios que había disminuido, pero negaban que estos hubieran afectado ni al servicio, ni a los ciudadanos".
