Los animales en libertad arrasaron vallas y más de 6.000 metros cuadrados de maizales en A Mourisca

Vecinos de Quintela de Leirado aseguran que manadas de caballos destrozan sus cosechas

Más de 50 ejemplares de caballos cabalgan a sus anchas por los montes de Quintela de Leirado, en la comarca de Terra de Celanova. Una estampa idílica de no ser porque, al caer la noche, los animales se acercan hasta pueblos como A Mourisca, Fraguas o Xacebáns en busca de frutas, hortalizas o vegetales con los que alimentarse. Los vecinos, que desconocen si los ejemplares son salvajes o tiene propietario, reclaman a las adminsitraciones ‘que se los lleven de aquí’.
En grupos de 10, 20 y hasta 30 ejemplares, cada noche desde hace semanas los vecinos de pueblos como A Mourisca, Fraguas o Xacebáns, en el concello celanovés de Quintela de Leirado, reciben la visita de manadas de caballos en busca de alimento. ‘Polo día están no monte, pero ó chegar a noite veñen ao redor das casas en busca de comida, aínda que ultimamente baixan casi a calquera hora’, comenta Antonio Míguez de A Mourisca.

Los vecinos aseguran que hasta ahora los animales nunca se habían acercado al pueblo. ‘Fai algún tempo arrendamos o comunal e o novo dono o pechou’, comentan los comuneros que creen que el cierre del monte ha podido incitar a los animales a buscar nuevos espacios donde alimentarse. La manada, donde han llegado a contabilizar hasta 50 ejemplares, ‘estropea todo o que encontra o seu paso, tiran as vallas e incluso comeron tódolos frutais que tiña nunha finca alá abaixo’, señalaba Antonio Míguez. Como él, el resto de vecinos de la zona sufren a diario las consecuencias de esta peculiar visita. Uno de los más afectados es Constantino Alfonso González, ganadero y propietario de un maizal de 12.000 metros cuadrados entre Fraguas y A Mourisca. A pesar de tener la finca cerrada, los ejemplares consiguieron colarse en su maizal. ‘Empezaron por las plantas del borde, pero ahora se adentran hasta el centro del cultivo’, relata Constantino Alfonso quien día y noche vigila la explotación desde lo alto de un silo. ‘No te puedes acercar a ellos porque te comen. Hasta el perro se esconde cuando los ve llegar. Así que no puedo hacer otra cosa que ahuyentarlos haciendo ruido o con un tirachinas’, añade.

Reclamaciones

‘Esto es estresante. Ya no puedo más’, confiesa este ganadero que en el último mes ha visto como los caballos acababan con la mitad de la producción de maíz que le iba a servir de sustento para los 500 cerdos de su propiedad. ‘En cuanto paren estas lluvias recojo la cosecha. Pero de los 12.000 metros cuadrados de maizal que tenía para alimentar a mis animales durante todo el año ya sólo me queda la mitad’, se lamenta Constan tino Alfonso que tendrá que pagar de su bolsillo las ‘comilonas’ de la manada. ‘Este es mi sustento, mi medio de vida y si destrozan mi trabajo, a quién reclamo yo estos desperfectos’.

La falta de un sistema que identifique a los propietarios de estos ejemplares dificulta el proceso. Desde el Concello de Quintela de Leirado, el alcalde, José Antonio Pérez Cortés, confiesa que poco pueden hacer ante unos animales que ‘non sabemos si son salvaxes o se realmente teñen dono’, comenta el regidor popular quien pide la colaboración de la Consellería de Medio Rural. Desde el departamento que preside Alfredo Suárez Canal remiten al decreto de ordenación del sector equino que esta misma semana aprobaba el Consello de la Xunta, en virtud del cual se pone en marcha un sistema obligatorio de identificación individual de este ganado y se crea el Rexistro Galego de Explotacións Equinas. ‘Unha vez que a lei entre en vigor, os cabalos que non estén identificados non se podrán vender’. Con propietario o sin ellos, los vecinos están hartos de esta situación y son claros en su reivindicación ‘queremos que se los lleven de aquí’.

EN LA CARRETERA

Un peligro real para los conductores

La presencia de caballos ‘salvajes’ es frecuente en las comarca de Terra de Celanova y A Baixa Limia, donde los concellos han pedido en reiteradas ocasiones un mayor control sobre los animales ‘antes que ocurra unha desgraza porque, si pasa algo quen se vai facer cargo?’, pregunta Manuel Domínguez, concejal de Medio Ambiente, Parques y Jardínes, Tráfico y Limpieza del Concello celanovés. Domínguez advierte que en la zona de A Chaira, en la carretera OU-0209 de Celanova a Quintela, ‘hai un grupo de 25 cabalos supostamente salvaxes que, día sí e día tamén, saen a calzada’. El concejal popular asegura que los ayuntamientos no tienen la facultad para identificar y controlar los animales salvajes que andan por el monte, ya sean caballos, corzos o jabalís. ‘O único que podemos facer cando recibimos unha chamada é ir co Grumir e tratar de espantalos. Tarea que, na última semana, fixemos un par de veces cada noite’.

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