'Balada triste de trompeta' será su película 'más intestinal'

Álex de la Iglesia: 'Como en los 70, España sigue siendo un circo, aunque han cambiado los payasos'

Los actores Carolina Bang y Carlos Areces, con Álex de la Iglesia, en el centro, durante la presentación del rodaje de la película. (Foto: Fernando Alvarado)
Álex de la Iglesia afronta su película 'más intestinal', Balada triste de trompeta, 'una tragedia grotesca de terror cómico', como él mismo la definió durante un descanso del rodaje. Payasos asesinos, televisión y terrorismo se entremezclan en esta cinta, que parte en la Guerra Civil para después plasmar los últimos años del franquismo.
'Como en los años 70, España sigue siendo un circo, aunque han cambiado los payasos', destacó el director bilbaíno que acompañado de los actores Carlos Areces y Carolina Bang, rueda en el Parque de Atracciones de Madrid una secuencia de 'enamoramiento clásico' para su último filme. 'Balada triste de trompeta' es, apuntó, 'una historia de amor', en la que no faltarán ingredientes de terror, Guerra Civil, tragedia y, sobre todo, 'mucho humor'.

'Tiene mucho de otra películas', afirmó el director en un descanso del rodaje, apuntando que en el filme ha plasmado sus 'obsesiones'. 'Tiene mucho que ver con 800 balas, Perdita Durango o Los crímenes de Oxford', explicó De la Iglesia, que inició el rodaje el día 18 de enero y el viernes pasado grababa una de las escenas más espectaculares del filme: la recreación del atentado de Carrero Blanco.

Precisamente en esos años se centra Balada triste de trompeta, una película protagonizada por Areces, en el papel de Javier, un hombre 'débil, poca cosa, con papada, que nunca conseguirá la felicidad plena'; Antonio de la Torre como Sergio, 'el más gracioso siempre, aunque simple y violento'; y Bang (Natalia) la chica 'dulce e inocente, pero no tanto' que enamorará a los dos payasos.

SU 'ALTER EGO'

El papel de Javier, que encarna Areces, es el 'alter ego' de De la Iglesia. 'Es una visión grotesca de mí mismo', apuntó el director, mientras que Bang encarna 'la inocencia, con una carga de sexualidad brutal y excitante'.

En los años 70, en España reinaba 'el caos y la locura'. 'La película habla de esto: el año del atentado a Carrero Blanco España era un circo, sigue siéndolo, pero han cambiado los payasos', afirmó De la Iglesia, sobre unos años en los que 'todo estaba a flor de piel'. 'Todo se vivía con intensidad, era extremo y exagerado. No había medias tintas', opinó, agregando que España se definió en esos años.

No obstante, consideró que 'es imposible hacer parodia de la política en España'. 'Mi carácter se forma en esos años', prosiguió de la Iglesia. Nacido en 1965, rinde tributo en esta película 'especial' a la gente de su generación, 'que veía a los payasos de la tele y luego, a continuación, veía un atentado'. Acontecimientos históricos se mezclarán con la 'locura' de la película, 'en un país que vivía su propia locura'.

'LA MARCA AMARILLA' Y 'FUMANCHÚ'

Balada triste de trompeta, en la que también estarán Sancho Gracia, Santiago Segura ('es nuestro volver, diez años después'), Manuel Tejada, Fernando Guillén Cuervo, Luis Varela, Terele Pávez, Fran Perea y hasta el payaso Fofito, es el proyecto con el que De la Iglesia deja 'aparcada' 'La marca amarilla', una adaptación de un cómic del belga Edgar P. Jacobs.

'Todos estamos en crisis y se nota en el cine', apuntó el responsable de títulos como La comunidad o El día de la bestia, y la suspendida La Marca Amarilla que tendrá que esperar a que pase la crisis para hacer esta súper producción, a la que ya 'había dicho sí' Kiefer Sutherland. 'Pero, la 'peli' se hará', confirmó un director que tiene 'grandes proyectos' que rodará algún día, como Fumanchú.

Sobre la buena racha del cine español, que en 2009 aumentó taquilla, el además presidente de la Academia de Cine señaló que lo importante es que 'cada vez haya más años como éste y el cine sea más saludable'.

Balada triste de trompeta, cuyo título viene de una canción que cantaba Raphael 'desesperado por un pasado triste', se rodará durante nueve semanas en localizaciones de Madrid, Alicante, en un circo en Alcoi y en los estudios de Ciudad de la Luz. Cuenta con siete millones de euros de presupuesto y su estreno está previsto para finales de 2010.

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