TEATRO

'Ocho apellidos vascos' salta al teatro

Imagen de la película Ocho apellidos vascos
photo_camera Imagen de la película Ocho apellidos vascos.

La "tensión" vasco-andaluza, la comedia romántica y "sentirse un pez fuera del agua" son las claves de la adaptación teatral

La "tensión" vasco-andaluza, la comedia romántica y "sentirse un pez fuera del agua". Ese es el "ADN" común de "Ocho apellidos vascos" en su versión teatral, que para dejar claro que trasciende a la película se titula "Más apellidos vascos", distinta pero con el "corazón sembrado" por la exitosa "marca".

Gonzalo Salazar-Simpson, productor con La Zona; Ana Bustamante, directora comercial de Mediaset, canal coproductor; el director de "Más apellidos vascos", Gabriel Olivares; y los actores protagonistas, Leo Rivera, Rebeca Valls, Alicia Solaguren y Carlos Heredia, han explicado hoy en rueda de prensa las claves de la obra.

"No es el volcado de la película al teatro, sino algo nuevo partiendo de esa 'marca', de ese humor. Son ocho secuencias independientes con una troncal y aspira a abarcar a todos los espectadores, los que nunca van al teatro, los que van siempre y los que dejaron de ir hace 20 años", ha detallado Salazar-Simpson.

El guionista es también Diego San José, que firma el de la película con Borja Cobeaga, además de Roberto Santiago y Pablo Almárcegui y juntos han hecho, según Salazar-Simpson, un texto casi de "variedades".

El productor, que ha destacado que en los 30 montajes teatrales que han hecho en su historia nunca habían tenido una preventa de entradas "tan buena" como la de "Más apellidos vascos", ha subrayado también "el lujo inaudito" que supone contar con una cadena de televisión como coproductora.

Ana Bustamante ha recordado que "por ley" las televisiones están obligadas a producir cine y que han sido "muy afortunados" con que "Ocho apellidos vascos" "haya sido un éxito tal" que permita su salto al teatro y que llevarla a escena forme parte de su línea de negocio Taquilla Mediaset.

"La obra es la respuesta de agradecimiento a los muchos millones de espectadores -9,5 y 56 millones de euros de taquilla-, a la reacción del público, y por eso es un poco de teatro de variedades, de revista, un teatro muy popular", ha precisado Olivares.

Las ocho escenas o "secuencias", ha indicado el director, fluyen "sin ningún parón", gracias a un "ingenio" que imita las escaleras y la plataforma de una atracción de feria, coronada por una gran pantalla en la que se proyectan "creaciones artísticas y cómicas".

En el pase gráfico se ha podido "atisbar" parte de los argumentos de tres de las historias, que han sido jaleadas con risas y aplaudidas por los periodistas.

En una de ellas, un ertzaina y una policía nacional son los encargados de comprobar que "todo está 'ok'" ante la visita del lehendakari; en otra, un cocinero vasco de "los de varias estrellas Michelin" y su hija se preparan ante la visita de una crítica muy especial, y en el tercero un joven pide a unos vascos que se sumen a la campaña "Apadrine un andaluz".

"Son historias siempre al borde de lo delirante, como en la película", ha apuntado Olivares.

Por ello, "y porque funcionan muy bien", hacen "guiños" como llamar "erchandal" al ertzaina, pero, ha bromeado, "en el caso de que aún haya alguien que no la haya visto" no se extrañará con nada ni echará nada de menos.

Podría ocurrir, ha dicho Salazar-Simpson, "a la inversa", es decir que algunas de las cosas que se proponen en la obra de teatro acaben traspasando la cuarta pared y aparezcan en la secuela de "Ocho apellidos vascos".

La Zona y Mediaset siguen inmersos en la producción de la segunda parte de la película, que se empezará a rodar en primavera, con el mismo equipo artístico y técnico, y que tiene su estreno previsto para otoño de este año o marzo de 2016.

Todavía no han pensado si la película será una serie de televisión. "Queremos cuidar mucho esta marca y mantener siempre el tono. Somos muy cuidadosos con todo lo que se relaciona con ella", ha añadido el productor.

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