El artista español Luis Eduardo Aute, más conocido en Cuba por su faceta de cantautor, sorprende a partir al público de la isla con su obra plástica expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, en una muestra antológica bautizada Transfiguraciones.
Para explicar la inquietud que le ha motivado a expresarse a través de la música, el cine, la poesía, la canción, la pintura, el dibujo y también la escultura, Aute dijo que se siente incapaz de dedicar toda la vida a una manera de contar las cosas.
Hay que indagar, buscar y moverse en medios distintos, afirmó el artista, de 65 años, homenajeado esta semana en Cuba por el XIII Festival Barnasants de Canción de Autor 2008, que en esta edición termina por primera vez fuera de Barcelona (España).
La pintura, primera forma de expresión artística utilizada por Aute, estará hasta mayo a la vista de los cubanos bajo el auspicio de la dirección general de Relaciones Culturales y Científicas del ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, la Sociedad estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX) y el Museo Nacional de Cuba.
En una conversación con la prensa previa a la apertura de la muestra, Aute descubrió su curiosidad ante el misterio y el enigma que supone la existencia del ser humano como el motor no solamente de sus pinturas sino también de sus canciones y poemas.
Explicó que Transfiguraciones es una selección de un centenar de piezas de su obra plástica entre 1951 y 2005, con cuadros de su primera muestra individual, una serie ya expuestos en galerías y otros cedidos por coleccionistas.
El artista confesó que las etapas de su pintura se corresponden con sus estados anímicos porque ha sido bastante sensible para bucear, utilizar medios y formas distintas.
Respeto mucho a los artistas que se dedican a una sola disciplina, una palabra que odio porque no hay nada más contrario a la creación que la palabra disciplina, apuntó, y se definió como un indisciplinado de las disciplinas.
Recordó que empezó pintando con mucho color, pero después el servicio militar le arrancó el color por completo y sólo lo recuperó después de una larga temporada.
Sobre el erotismo, un elemento visible en toda su obra, tanto gráfica como musical, consideró que está en toda la historia de la pintura, y asumió que junto a la sensualidad y el punto donde arranca el misticismo es un conflicto que le despierta mucha curiosidad.
El paisaje que más me interesa es el ser humano, que es un gran universo desconocido, añadió.
Aunque confesó que le asustan los homenajes, indicó que quienes le tributan homenajes en Cuba ahora son amigos y eso cambia mucho la situación, supongo que no se harían si no lo sintieran efectivamente.
Me produce mucho placer y me da mucho estímulo para sentirme querido, apreciado, que es en el fondo lo que queremos todos, que la gente nos quiera, subrayó el artista español.
Se declaró además un enamorado de Cuba por muchos motivos, pero señaló que hay uno básico: Aquí tengo amigos que considero familia.
Para mí es un sueño estar exponiendo en este momento en el Museo Nacional de Cuba gracias a mucha gente y amigos, agregó.
Aute visitó Cuba por primera vez en 1978 y mantiene relaciones desde entonces con varias figuras de la Nueva Trova, como Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.
Los homenajes organizados por el festival Barnasants concluirán este viernes con el concierto La Trova le canta a Eduardo en el teatro Karl Marx de La Habana, donde Rodríguez, Vicente y Santiago Feliú, Carlos Varela, Liuba María Hevia, Amaury Pérez, y Karel García le rendirán tributo cantando sus composiciones y temas propios.
