Abre con cien ventanas al campo el artista leonés avecindado en nuestra ciudad la sala municipal de exposiciones “José Ángel Valente”. Aquí, en las paredes de la luminosa y blanca sala del centro de la ciudad, ha colocado sus fotografías tomadas ex profeso en un viaje a Cuba. Mas, desengáñense quienes piensen que son vistas del malecón de La Habana, o de sus calles con históricos y decadentes edificios coloristas, coches antiguos o sus gentes. En la inauguración explicó como hace unos años hizo un viaje de Los Cayos a Trinidad, y más allá de las playas, que rehúye, 
quedó impactado desde el bus con las casas populares, los bohíos, fijándose como en sus fachadas se repetía un patrón: dos sillas vacías en el porche... Meses después regresó dispuesto a captar su esencia en el proyecto «Réplica», que ahora se presenta Ourense: reflejar en cien fachadas de casas del campo lo que parece una esencia de su colectividad. Algo así canta Ibrahim Ferrer en Buena Vista Social Club. Con paciencia, y mano izquierda, apoyándose en algún nativo, ayuda inestimable, y con el apoyo de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, de su tierra, León, realizó su plan, que está presentando desde abril de 2018, en que comenzó en la Embajada de España de la República caribeña, pasando aquel año por Oviedo y Madrid, León y Berna (Suiza) en 2019, y ahora Ourense, donde concluye. Es aquí donde se puede ver en toda su amplitud, por vez primera, como explicó Isidro Tascón, mostrándose muy satisfecho de su puesta en escena con simetría, cincuenta en cada ala del espacio expositivo, en ráfagas de ocho fotos. El amplio hall central que cubre la vidriera lo reserva el artista para las mecedoras de hierro, de una de las casas, reproducidas para la ocasión. En las paredes perimetrales su explicación para el herrero y el texto de la curadora, Suset Sánchez (La Habana, 1977), licenciada y crítica de arte, que vive en España desde su curso de postgrado en 2002, para quien no es un álbum de viaje de reguetón y ron, sino de tipología arquitectónica popular, desde La Habana, a Cienfuegos, Trinidad, Sancti Spíritus y Meneses, hasta Santa Clara y regreso a la capital.
DOCUMENTO CONCEPTUAL
Desde el contexto de alarma sanitaria por la Covid-19, Isidro nos redescubre lo esencial, desde lo que está más allá del uno, la pareja, de la que nace el orden de valores más allá de lo individual. Así lo refleja desde las dos sillas balancín o mecedoras, a los lados de la puerta, para compartir conversación al final del día: «Réplica» es una identidad. Aquellas, desde su idéntica forma, y simetría, conforman un sistema basado en la repetición canónica. Son una expresión etnográfica de tipología arquitectónica campesina popular de la isla de Cuba, y en concreto en las provincias mencionadas. El encuadre frontal del artista, la búsqueda del momento para capturar el leitmotiv, la ausencia consciente de sus moradores, que evita, son la expresión de su concepto, que se extiende hasta el catálogo, dos libros.
