Manuel Cráneo, el autor de 'Viñetas desde o Atlántico', afirma que "aumenta el número de usuarios de bibliotecas" pero que en 2014 "cerraron dos librerías diarias"
El autor y coordinador de las actividades paralelas del certamen 'Viñetas desde o Atlántico', Manel Cráneo, ha afirmado que existe una "crisis de lectores" en España y por eso es necesario "enganchar a las nuevas generaciones".
Este creador compatibiliza durante el salón internacional del cómic 'Viñetas desde o Atlántico' su actividad como responsable de Demo Ediciones y la gestión de las iniciativas orientadas a los más pequeños, de entre cuatro y doce años, que cada año son un éxito.
Percibe desde hace tiempo que existe una "crisis de lectores" porque, si bien es cierto que "aumenta el número de usuarios de bibliotecas", durante el año 2014 "cerraron en España dos librerías diarias", una situación que hay que revertir porque el mundo de los creadores está mejor que nunca.
"Hay veces en el fútbol que tienes el estadio lleno y el equipo no funciona. Aquí es al revés, tienes un buen equipo y falta público. ¿Para qué sirve tener una cantera brutal si nadie la sigue?. El futuro está en las nuevas generaciones, o las empezamos a enganchar ya o podemos entrar en un conflicto", apunta.
Por eso sostiene que "hay que empezar a concienciar" a los jóvenes porque "la Cultura es una industria" en cuyo mantenimiento deben estar "todos" implicados y eso se puede hacer desde la educación, donde la banda diseñada parece que gana peso en la literatura.
"Ahora estamos entrando más que hace una década. Entre las lecturas recomendadas obligatorias del año escolar se pueden encontrar cómics; eso ya es un logro. En bibliotecas escolares se hacen secciones de cómic. Como autor me llaman de institutos y de colegios", agrega.
Otra opción para el cómic es "adaptar clásicos de la literatura", algo que "se hizo hace años y se dejó de hacer", pero que puede resultar positivo y, de hecho, Cráneo en la actualidad adapta "A nosa cinza" de Xavier Alcalá.
Para captar a los jóvenes desarrolla las actividades paralelas de Viñetas 2015, que han sufrido un recorte desde los 64 talleres de hace cuatro años a los veinticuatro de esta edición porque "el Gobierno anterior dejó las arcas municipales tocadas" y el presupuesto está en 4.800 euros mientras que antes era de 12.800.
Eso ha provocado que "muchos niños se queden sin taller" mientras que algo más de doscientos han disfrutado durante una semana de diferentes iniciativas en el Fórum Metropolitano y en el Ágora con el objetivo de "captar nuevos lectores y ver si puede salir de ahí algún nuevo autor".
En esta ocasión Cráneo ha buscado la "interrelación del cómic con otras disciplinas" como "el teatro o la ilustración de libros" con siete profesores de primer nivel que consiguen que los pequeños crean en la "magia" cuando convierten un papel en blanco en sus personajes favoritos.
"Los niños se acercan al otro lado de los libros. Ven lo que hay detrás y conocen los procesos creativos. Acercamos a los chavales a ese mundo mientras competimos con la tecnología y los vídeo-juegos", subraya.
El autor de "A illa remeira", Jacobo Fernández, tiene especial protagonismo porque su volumen, publicado también en Italia y Francia, está orientado a niños a partir de seis años que han podido "interactuar con diferentes ejercicios, juegos, búsqueda del tesoro" en torno a los tres libros que lleva esta serie.
Laura Blanco con la Megaviñeta, José Domingo con iniciación a las técnicas de color, Alberto Guitián con tiras de humor, Alberto García "Pelorroto" con una mezcla de cómic, ilustración y juegos, e Irene Sanjuán con el diseño de moda de los personajes, han completado el cartel de las actividades paralelas.
"Los chavales de hoy están acostumbrados a cambiar de chip muy rápido y este tipo de actividades engancha muy bien a las nuevas generaciones", dijo.
La actividad estrella, que es casi única en España, ha sido el Kamishibai de Juan Juste, una técnica teatral japonesa en la que los participantes construyen un teatro y van pasando una secuencia de viñetas para entender "que contar una historia con imágenes no es quedarse sólo en el papel".
