El libanés triunfó ante un auditorio ferrolano entregado. Este sábado, Ourense
Las cuatro cuerdas del violín de Ara Malikian sonaron hoy por todo lo alto en Ferrol, con el cartel de "no hay entradas" a las puertas del auditorio, donde más de ochocientas personas disfrutaron con el regreso del libanés a una ciudad que deseaba su vuelta.
Estuvo el pasado mes de agosto en las fiestas de Ferrol, pero aquel Malikian, al aire libre y con escaso tiempo, se queda como un telonero del Malikian de esta noche, capaz de interpretar canciones de notas lentas, mientras se deja la piel sobre el escenario y pone a cien el corazón de los que lo observan.
Sus largos rizos, parte de su personalidad, hicieron de termómetro y dejaron ver la experiencia que le han dado 15 años y más de 4.000 conciertos, los que hoy ha recordado con el espectáculo "15", que es el principio de su nueva etapa, con los ojos puestos en el mercado internacional y en la ampliación de su repertorio.
Después de pasar por tres islas canarias (Lanzarote, La Palma y Gran Canaria) los tres primeros días de abril, Malikian aterrizó en Ferrol conocedor de que los billetes llevaban agotados más de dos semanas, algo poco habitual en una ciudad que con Ariel Rot, por ejemplo, no llegó a llenar ni la mitad del auditorio.
Sin embargo, la calidad que demostró el libanés el verano pasado dejó con hambre a sus seguidores y a los que se hicieron fans ese día, una cosa que le ocurre habitualmente al violinista, quien no deja de ser a la vez famoso y desconocido.
Malikian empezó a afinar su instrumento quince minutos antes de las nueve de la noche con "Dzovarev", una canción de su propia cosecha, cuyas notas empezaron a sonar, por sorpresa, desde la oscuridad de la bancada, pues el libanés apareció por la puerta de atrás.
El repertorio del artista afincado en España desde hace década y media busca acercar la música clásica a todo tipo de públicos, desde los niños hasta los mayores, motivo por el que sus conciertos son una especie de lección magistral de conservatorio, en la que el espectador se empapa de todos los estilos posibles.
Después de abrir boca, el violinista continuó con "Backgammon", una danza propia que contiene tintes de su país de nacimiento, el Líbano, o, como apuntó él que irónicamente se dice en España, con "un rollo morito".
No faltaron cientos de saltos sobre el escenario y, por supuesto, la particular forma que tiene de relatar su vida y la relación de la misma con las canciones, algo que levantó las carcajadas del público, entretenido así entre tema y tema.
La etapa que cuenta con más humor son los cuatro años que pasó, cuando era adolescente, amenizando bodas en Hannover (Alemania) y que desembocaron en "Pisando Flores", una de las composiciones más queridas por la gente.
A continuación apareció la adaptación de "Paranoid Android", de Radiohead, una pieza que sin la voz de Thom Yorke se acerca a lo que parece una fantástica banda sonora de una película interpretada por Ara Malikian.
El mejor momento de la noche llegó con la "Rapsodia ferrolana n° 3", una canción que aseguró haber compuesto hoy durante su breve estancia en la ciudad y cuyo título puso en directo, pues se trató, precisó con ironía, de "un estreno mundial".
La "Danza de la Vida Breve", original de Manuel de Falla, fue la siguiente pieza en salir a la palestra y, después de dos piezas suyas ("Vals de Kairo"), Malikian trajo a la urbe naval a Vivaldi con una adaptación del "Verano".
Después de "Água & Vinho" de Egberto Gismonti, y "Kashmir" de Led Zeppelin, renació sobre el escenario el violinista navarro Pablo de Sarasate, de quien el libanés recogió una de sus obras más populares, "Zapateado", y la convirtió en propia.
En la noche ferrolana también brillaron la viola de Humberto Armas, el violín de Jorge Guillén, las tablas indias de Nantha Kumar, el contrabajo de Tania Bernáez, el violonchelo de David Barona y la percusión de Héctor "el Turco", los seis actores secundarios de la gira "15".
Como fin de fiesta, "Zyriab" de Paco de Lucía, su reivindicativo "1915" y un divertido popurrí de melodía se reunieron en los instrumentos de la banda y el libanés acabó donde empezó: fuera del escenario, cerrando el círculo de un majestuoso espectáculo.
Dejó, aún así, con ganas de mucho más al público ferrolano, que aplaudió sin descanso durante las más de dos horas de concierto y ya está pensando en la próxima vez de Ara Malikian.
Después de pasar por Ferrol, estará mañana sábado en Ourense y, a continuación, su gira recorrerá en el presente mes La Línea de la Concepción (Cádiz, 15 de abril), Reus (Tarragona, 19 de abril), Lleida (22 y 23 de abril) y Alzira (Valencia, 29 de abril).
