Familiares y amigos de Vicente Aleixandre recuerdan al poeta en su antigua casa con motivo del 25 aniversario de su muerte

Familiares y amigos del premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre se reunieron esta mañana en la antigua casa del autor para rendirle homenaje con motivo del 25 aniversario de su muerte y continuar reclamando la rehabilitación de este espacio en el que 'dejaron su huella', entre otros, poetas de la 'Generación del 27' como los autores fallecidos Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Federico García Lorca.
En el acto, organizado por la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre (AAVA), participaron el profesor titular de Literatura de la UNED, Vicente Granados; una de las hijas de Gerardo Diego, Elena; los poetas Antonio Colinas y Javier Lostalé; el dibujante Ricardo Zamorano; así como diversas personalidades de la vida política, como el concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid Juan Ramón Sanz y el alcalde de Miraflores de la Sierra (Madrid), Pablo Altozano.

Asimismo, la ceremonia fue conducida por el presidente de AAVA, Alejandro Sanz, quien reclama desde 1995 la rehabilitación de la casa del autor y su conversión en un espacio público para los ciudadanos españoles y europeos.

'Ha habido muchos argumentos en contra de esta lucha, como que esta casa no tenía valor, que por qué íbamos a salvar la casa de un poeta y de un premio Nobel si estaba vacía, que lo importante no es su casa sino su obra, que se estaba incluso traduciendo al chino. Bueno, si me parece muy bien que los chinos conozcan a Vicente Aleixandre pero también lo tienen que conocer aquí', afirmó.

Según Alejandro Sanz, la casa en la que un poeta escribe su obra forma parte del legado del autor y, en su opinión, éste es 'motivo suficiente para preservar Velintonia 3', en donde Aleixandre vivió desde los once años.

'Vicente creó alguno de los poemas más grandes de la historia de la literatura española entre estos muros; sin embargo, esta casa sólo ha contado con el desprecio de la clase política, independientemente del color ideológico de las personalidades que han ido pasando por las distintas instituciones del país durante estos años: ministros que ya no son ministros o alcaldes como el de Madrid', dijo.

'Al alcalde le gusta mucho correr cortinillas de placas', afirmó Sanz, quien subrayó que, hace unos meses, se enfrentó públicamente con Gallardón para reclamar su atención. 'El alcalde inauguró una placa en Ópera y, durante su discruso, aseguró que Madrid es una ciudad inmensamente agradecida con sus poetas'. Yo le increpé públicamente, pero el alcalde echó a correr. Hoy no está aquí, aunque al menos se ha disculpado, cosa que no han hecho la ministra [de Cultura, Ángeles González-Sinde] ni la presidenta de la Comunidad [de Madrid, Esperanza Aguirre]', indicó.

'Si esta casa se pierde y se destruye, yo voy seguir denunciando el nombre y apellidos de los culpables; y esto no es una amenaza, es un principio', añadió.

Durante la ceremonia, que comenzó con una grabación del autor recitando uno de sus poemas --'Para quién escribo'--, actuaron los intérpretes de viola de RTVE Nicolas Herschon y Sergio Sola, que tocaron cuatro piezas de los compositores Bartolomeo Bruni y Jean-Marie Leclair. A su vez, el grupo musical 'El Álamo' interpretó sus propias adaptaciones de poesías de Aleixandre como 'Los besos' y 'El aire' --incluidas en el poemario 'Sobras del paraíso' (1994)--.

Entre actuación y actuación, amigos y familiares del autor recitaron algunos de sus versos y solitaron la intervención de las autoridades públicas en la rehabilitación de Velintonia 3. Según Elena Diego, hija del poeta Gerardo Diego, 'una casa vacía es algo terriblemente triste' aunque, a su parecer, Velintonia 3 'está tan llena de resonancias, tan llena de recuerdos' que merece 'ser conservada'. 'Con este recuerdo, quisiera, en la voz de mi padre, recordar también a Vicente y su grandísima humanidad y bondad, así como el inmenso poeta que fue. 'Para ser poeta, hay que ser bueno antes, durante y después de la vida', precisó.

UNA VIDA EN VELINTONIA

Vicente Aleixandre nació en Sevilla en 1898 y vivió en Málaga hasta los once años, edad en que se trasladó a Madrid junto a su familia. Se graduó en Derecho y Comercio y llegó a trabajar como profesor ayudante de Legislación Mercantil en la capital, pero una artritis infecciosa le obligó a abandonar su puesto y regresar a la casa familiar, establecida en la calle Wellington, que él mismo convertiría en 'Velintonia' y que, después de su muerte, fue bautizada con el nombre del autor.

En 1925, le fue diagnosticada una nefritis tuberculosa que le convirtió en enfermo crónico, aunque Aleixandre, con su 'mala salud de hierro', no se dio por vencido y comenzó a colaborar en la 'Revista de Occidente'. De esta forma, inició su carrera literaria, que se prolongaría hasta los años 70 y en la que destacan títulos como 'La destrucción o el amor' (1935), por el que obtuvo el 'Premio Nacional de Literatura', 'Sombra del paraíso' o 'En un vasto domino' (1962). Tres años después de escribir su último poemario, 'Diálogos del conocimiento' (1974), Aleixandre fue galardonado con el 'Premio Nobel de Literatura'.

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