La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), en la denominada operación 'NECRÓPOLIS' desarrollada en la provincia de Valencia, ha intervenido 9.000 piezas arqueológicas y detenido a 12 personas como presuntos autores de una gran cantidad de expolios cometidos en diversos yacimientos de Castilla La Mancha y Valencia.
En la operación, los agentes registraron 13 domicilios en propiedad de los detenidos, donde encontraron los objetos arqueológicos, en su mayoría numismática. Además, se han intervenido detectores de metales, planos cartográficos de yacimientos y material para la limpieza de los objetos explorados, entre otros.
Los expolios se llevaban a cabo en yacimientos arqueológicos ubicados en zonas despobladas de monte y a varios kilómetros de las vías de comunicación principales. Los detenidos comercializaban el material extraído de los yacimientos.
Las investigaciones se iniciaron a principios de este año cuando agentes del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil tuvieron noticias de la actividad de un grupo de personas, residentes en diversas localidades de Valencia, dedicadas al expolio de yacimientos arqueológicos en las comunidades de Castilla La Mancha y Valencia.
A través de las investigaciones y vigilancias se averiguó que a diario y de madrugada, a bordo de dos vehículos se desplazaban a zonas arqueológicas, donde durante varias horas realizaban la búsqueda de restos. Una vez que extraían el material, abandonaban la zona por distintos caminos a los de entrada, con el fin de evitar los controles policiales.
Una vez en sus localidades de origen, los detenidos se reunían en bares de su localidad para mostrarse las piezas entre si o comercializarlas a través de intermediarios.
Durante la fase de explotación de la operación, se han practicado registros domiciliarios en las localidades Valencianas de Aldaya, Alaquas, Manises y Moncada.
Los expolios se llevaban a cabo en yacimientos arqueológicos ubicados en zonas despobladas de monte y a varios kilómetros de las vías de comunicación principales. Los detenidos comercializaban el material extraído de los yacimientos.
Las investigaciones se iniciaron a principios de este año cuando agentes del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil tuvieron noticias de la actividad de un grupo de personas, residentes en diversas localidades de Valencia, dedicadas al expolio de yacimientos arqueológicos en las comunidades de Castilla La Mancha y Valencia.
A través de las investigaciones y vigilancias se averiguó que a diario y de madrugada, a bordo de dos vehículos se desplazaban a zonas arqueológicas, donde durante varias horas realizaban la búsqueda de restos. Una vez que extraían el material, abandonaban la zona por distintos caminos a los de entrada, con el fin de evitar los controles policiales.
Una vez en sus localidades de origen, los detenidos se reunían en bares de su localidad para mostrarse las piezas entre si o comercializarlas a través de intermediarios.
Durante la fase de explotación de la operación, se han practicado registros domiciliarios en las localidades Valencianas de Aldaya, Alaquas, Manises y Moncada.
