PATRIMONIO

Los rincones más verdes (y desconocidos) de la Alhambra

636579163990367352w_result
photo_camera Los productos agrícolas se cultivan de manera ecológica.

La conocida ciudad palatina guarda en su interior, además de bellos rincones arquitectónicos, siete hectáreas de huertas donde se cultivan productos locales de forma ecológica

Estaban antes que la Alhambra y se han convertido en las únicas huertas cultivadas de manera ininterrumpida desde época andalusí hasta el siglo XXI, las únicas también asociadas a un conjunto histórico que preservan su identidad como un elemento más del valor patrimonial del entorno.

La Alhambra, el monumento más visitado del país, cultiva siete de sus hectáreas y lo hace de manera "ecológica, como se hacía antes", tal y como explica el director del Patronato nazarí, Reynaldo Fernández Manzano.

La responsable del servicio de Jardines, Bosques y Huertas de la Alhambra, Catuxa Novo, cuenta que los distintos sultanes de la dinastía nazarí alimentaron y mantuvieron esta almunia de época medieval valorada por su cercanía a la ciudad palatina de la Alhambra, los beneficios de su orientación hacia el sur y por contener multitud de albercas y fuentes.

"Los huertos tienen un alto valor paisajístico y cultural, pero además mantenemos una serie de proyecto de recuperación para incrementar su riqueza, como los que han permitido reintroducir el granado amargo o el azafrán, o cultivar variedades locales", apunta Novo.

Las huertas del Generalife aparecen representadas en más de 200 ilustraciones entre grabados, pinturas, planos y fotografías, una documentación que ha inmortalizado los bancales medievales y que permite al monumento mirar al pasado para sembrar bien el futuro de un espacio que forma parte del legado patrimonial.

En estas siete hectáreas de las cuatro huertas alhambreñas ubicadas en la falda del Cerro del Sol, -Grande, Colorada, Fuente Peña y Mercería- se han puesto las mimbres para conservar también oficios centenarios, productos históricos y semillas locales, los mismos que nutren relatos de viajeros o recogen los archivos históricos.

"Los huertos tienen un alto valor paisajístico y cultural, pero además mantenemos una serie de proyecto de recuperación para incrementar su riqueza, como los que han permitido reintroducir el granado amargo o el azafrán, o cultivar variedades locales", apunta Novo.


Los cultivos


636579163973180149w_resultLa Alhambra cambia cada primavera su apuesta por cultivos herbáceos y este año sumará a las habas, chícharos, ajos o la alfalfa el espárrago de la variedad verdemorada, una reintroducción ya en marcha de la mano del consejo regulador del espárrago de Huétor Tájar y de la Universidad de Córdoba, con la que comparte un proyecto para recuperar formas de cultivo andalusí y variedades históricas.

Estas huertas medievales, que abrirán al público durante la primavera con visitas guiadas gratuitas, mantienen la forma de trabajar de los hortelanos tradicionales para conservar los oficios ancestrales y trasmitirlos a nuevas generaciones, una manera de preservar este tipo de agricultura ecológica frente a los monocultivos actuales.

Además, los alrededor de 3.000 kilos de cosecha anuales de estas monumentales huertas se recolectan con fines sociales y se distribuyen a ONG, centros de menores, residencias de ancianos y asociaciones para que su continuidad tenga sentido.

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