TRAS EL ÉXITO DE 'NADER Y SIMIN, UNA SEPARACIÓN'

Irán pide a sus cineastas que no omitan los aspectos 'positivos' del país para ganar premios internacionales

Foto: SONY

El Gobierno iraní se ha servido de los continuos éxitos de la película Nader y Simin, una separación, flamante ganadora del Globo de Oro, para advertir a los cineastas de que no omitan los aspectos 'positivos' del país con el único objetivo de lograr reconocimientos internacionales.

El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, ha dicho ante los periodistas que hay que observar los festivales de cine 'con cuidado', después de que la prensa le preguntase por la opinión del Gobierno sobre los últimos éxitos de Nader y Simin, una separación, que también ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín y máxima favorita de cara a los Oscar.

'A veces vemos cómo los organizadores de estos festivales conceden los premios a películas centradas en la pobreza y en las dificultades de la población de un país', ha añadido, antes de lanzar un mensaje a los cineastas iraníes. Esta política 'no debería llevar a nuestros artistas a ignorar los aspectos y características tremendamente positivos de nuestra nación' y, en cambio, 'reflejar el tipo de cosas aplaudidas por los organizadores de los festivales', ha apostillado.

El director de la cinta, Asghar Farhadi, agradeció el Globo de Oro en un discurso con referencia a sus compatriotas, a los que definió como 'un pueblo verdaderamente pacifista'. Para respetar las convenciones sociales islámicas, Farhadi ni siquiera le estrechó las manos a la persona que le entregó el premio, la cantante Madonna, después de las críticas surgidas tras el beso que el director Abbas Kiarostami le dio a la actriz francesa Catherine Deneuve en 1997 en Cannes.

El viceministro de Cultura y Orientación Islámica de Irán, Javad Shamaghdari, ha felicitado abiertamente a Farhadi por su triunfo porque considera que supera algunos prejuicios sobre los iraníes. Además, en un comunicado publicado por la agencia ILNA, ha destacado que 'el buen juicio ha situado esta película en el podium de las elegidas'.

El éxito internacional logrado por Nader y Simin, una separación hace temer a los cineastas de la República Islámica una mayor vigilancia sobre sus películas, en un país donde todo guión debe contar con el beneplácito del Gobierno y donde conocidos directores han sido detenidos o vetados. Uno de los casos más reconocidos es el del director Jafar Panahi, condenado en 2010 por delitos de seguridad y a quien las autoridades han prohibido seguir haciendo películas.

El Gobierno también ha cerrado en los últimos días la principal asociación de este sector en el país, la Casa del Cine, en una decisión tachada de persecución política.

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