El Julán, zona de El Hierro donde se ha establecido semáforo amarillo por riesgo volcánico, es el mayor yacimiento de grabados rupestres de Canarias, con 200 paneles tallados con escrituras y motivos geométricos, obras que realizaron los aborígenes de esta isla entre los siglos I y IX.
Ahora en fase de preemergencia debido a una posible erupción que afectaría a esta zona, que no está poblada, El Julán es uno de los lugares de El Hierro más atractivos por su valor histórico y patrimonial para turistas e investigadores, según ha detallado en una entrevista a Efe la especialista en inscripciones líbico-bereberes, Renata Springer.
El Julán, ubicado al sur de la isla, es uno de los 19 yacimientos que hay en esta isla -como referencia, en todo Marruecos hay 25- y está dividido en varias zonas, Los Letreros y Los Números, que se descubrieron en 1873, y Julán II, Julán IV y Julán V, que fueron encontrados hace tan sólo cuatro años.
Las grafías que hay en El Julán se corresponden con la escritura líbico-bereber y han sido realizadas mediante la técnica del picado sobre la lava por los bimbapes, primeros pobladores de esta isla antes de la conquista española.
Después de haber realizado un estudio durante dos años en esta ladera de la isla, Renata Springer explica que estas escrituras, que aún no se han logrado descifrar, son similares en Canarias y en todo el norte de África hasta llegar a Libia y pasando por Marruecos, Argelia y Túnez, y también Níger y Mali.
Entre los tuareg su uso es vigente hoy en día, por tanto, se justifica hablar de ella como la escritura africana de mayor ocupación geográfica desde la Antigüedad, que en Europa solamente existe en Canarias, destaca la investigadora.
'Es la escritura africana', asegura la doctora en Filología, quien destaca que la importancia de estos grabados reside en que son los testimonios materiales que han quedado de la vida que existió en El Hierro antes de la conquista.
Consonántica, sin separación entre palabras y con caracteres que se dan la vuelta para leerse en una u otra dirección, son algunas de las claves de esta escritura, que revela que los antiguos habitantes de Canarias procedían del Norte de África y eran bereberes.
Por su parte, los motivos geométricos son probables representaciones simbólicas, y también es posible que algunas reflejen esquemas de motivos figurativos, lo cual aún está siendo estudiado por los investigadores.
Se supone que el motivo por el que hacían estos grabados tenía que ver con algún tipo de ritual de la sociedad de la época, desvela Springer, que señala que en El Julán también se han encontrado múltiples vestigios arqueológicos, como aras de sacrificios y un tagoror.
Todo esto apunta que el sur de El Hierro era una zona en la que se reunía de forma asidua la población de la época, por la que pasó esta grafía de una generación a otra durante más de ocho siglos y que se ha conservado en buenas condiciones hasta el día de hoy.
Una situación que la experta teme que pueda cambiar si se produce una erupción volcánica en la zona.
El Julán, ubicado al sur de la isla, es uno de los 19 yacimientos que hay en esta isla -como referencia, en todo Marruecos hay 25- y está dividido en varias zonas, Los Letreros y Los Números, que se descubrieron en 1873, y Julán II, Julán IV y Julán V, que fueron encontrados hace tan sólo cuatro años.
Las grafías que hay en El Julán se corresponden con la escritura líbico-bereber y han sido realizadas mediante la técnica del picado sobre la lava por los bimbapes, primeros pobladores de esta isla antes de la conquista española.
Después de haber realizado un estudio durante dos años en esta ladera de la isla, Renata Springer explica que estas escrituras, que aún no se han logrado descifrar, son similares en Canarias y en todo el norte de África hasta llegar a Libia y pasando por Marruecos, Argelia y Túnez, y también Níger y Mali.
Entre los tuareg su uso es vigente hoy en día, por tanto, se justifica hablar de ella como la escritura africana de mayor ocupación geográfica desde la Antigüedad, que en Europa solamente existe en Canarias, destaca la investigadora.
'Es la escritura africana', asegura la doctora en Filología, quien destaca que la importancia de estos grabados reside en que son los testimonios materiales que han quedado de la vida que existió en El Hierro antes de la conquista.
Consonántica, sin separación entre palabras y con caracteres que se dan la vuelta para leerse en una u otra dirección, son algunas de las claves de esta escritura, que revela que los antiguos habitantes de Canarias procedían del Norte de África y eran bereberes.
Por su parte, los motivos geométricos son probables representaciones simbólicas, y también es posible que algunas reflejen esquemas de motivos figurativos, lo cual aún está siendo estudiado por los investigadores.
Se supone que el motivo por el que hacían estos grabados tenía que ver con algún tipo de ritual de la sociedad de la época, desvela Springer, que señala que en El Julán también se han encontrado múltiples vestigios arqueológicos, como aras de sacrificios y un tagoror.
Todo esto apunta que el sur de El Hierro era una zona en la que se reunía de forma asidua la población de la época, por la que pasó esta grafía de una generación a otra durante más de ocho siglos y que se ha conservado en buenas condiciones hasta el día de hoy.
Una situación que la experta teme que pueda cambiar si se produce una erupción volcánica en la zona.
