La luz humanista de Julio Montes y los grabados de Yolanda Carbajales

Han dedicado hace unos días la Sala de Docencia en el Hospital do Meixoeiro, Vigo, a Julio Montes Santiago. Todo un honor para este renombrado médico internista, y un orgullo, de sus compañeros médicos y amigos para con la memoria del recién fallecido el pasado octubre, quien llevaba décadas en su plaza en la ciudad olívica, donde había llegado pasando por Ourense tras licenciarse con premio extraordinario y especializarse. Aquí, en el camposanto de Corvillón, A Merca, tierras de su esposa, descansan los restos de este notable médico humanista. De su relevante perfil profesional más allá de la diaria consulta, señalemos que fue profesor de la Escuela Universitaria de Enfermería y Tutor clínico en la Facultad de Medicina de Compostela, dirigiendo Masters de la especialidad. Publicó numerosos artículos científicos de praxis médica para revistas nacionales e internacionales, varios de los cuales pueden verse en Dialnet. En su elenco en los últimos veinte años, investigación y divulgación en un amplio abanico que le aproximó a la música, literatura y arte, “Machado, Mois y Montalbán, tres vidas cegadas por el humo” y “Parálisis facial periférica en una pintura de Goya: el retrato de D. Andrés del Peral”. Participó en el grupo investigador de “La tumba de Cervantes y sus restos óseos” escribiendo “Miguel de Cervantes, saberes médicos, enfermedades y muerte”. Para el arte son importantes sus aportaciones acerca de Andy Warhol, como el centrado en el tema del SIDA desde sus diarios. Trató asimismo la pandemia de hace un siglo en “El beso mortal de la “Dama Española”. La gripe de 1918: un asesino de artistas geniales”, la cardiopatía isquémica con Da Vinci y Borodin; el saturnismo de Goya, Fortuny, Van Gogh; o la locura en O Keeffe, Lempicka, Kahlo y Carrington. Mas para una profundización debemos acercarnos a sus libros, "El coleccionista de cráneos célebres, recorrido patobiográfico en busca de los cráneos perdidos de Bach, Haydn, Mozart, Beethoven, Goya y del cerebro de Einstein"; "Arte y riesgo cardiovascular, una galería de cifras y figuras"; y en 2014 “Einstein como paciente”, sus enfermedades y relaciones con sus médicos.

Identifica la sala una imagen suya con su exlibris, obra de su esposa Yolanda Carbajales Ferreiro, prestigiosa artista grabadora. Dentro estará “Touro sagrado”, un tema que unía a ambos. Nacida en la Caracas de la emigración familiar, creció con sus abuelos en Forxás dos Montes, estudió en Ourense e hizo Bellas Artes en Salamanca, donde se licenció. Premiada y reconocida a nivel internacional desde su arte de grabado a la mezzotinta, su reciente exposición este año en Santiago ha sido un notable éxito. Muchas de sus obras han visto la luz en catálogos, y en los libros que hizo con su “galmantino” marido, que gustaba autodefinirse este salmantino-gallego, como "Camino hacia ti con libertad enamorada". El último, "Equipaje de Esperanza para una Ardiente Travesía", 2020, ya muy enfermo, lo dedica, entre otros, a los Residentes de su Hospital, “pretexto para que lean a Kavafis”, cuyo famoso poema incluye. Su vida, un fértil y luminoso “paréntesis / entre dos eternidades”.