La película Ocho apellidos vascos revoluciona la localidad navarra de Leitza

Imagen de la plaza de Leitza, una de las principales localizaciones donde se desarrolla la película "Ocho apellidos vascos"
photo_camera Imagen de la plaza de Leitza, una de las principales localizaciones donde se desarrolla la película "Ocho apellidos vascos"

Muchos turistas visitan estos meses Leitza y el resto de localidades en las que se rodó la película. Incluso hay tours guiados que permiten conocer los rincones en los que suceden las aventuras de Rafa y Amaia

El pueblo ficticio de Argoitia, en el que se desarrolla la película Ocho apellidos vascos, protagonizada por Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde y Carmen Machi, tiene su alma en la localidad navarra de Leitza, que se ha visto revolucionada desde el estreno del largometraje en el mes de marzo.

Aunque las localidades de Getaria y Zumaia también cedieron su encanto a la película de Emilio Martínez Lázaro, gran parte de los escenarios que aparecen en la historia -la casa de Amaia, la herriko taberna o la plaza del pueblo- fueron rodados en Leitza, un pueblo revolucionado debido al éxito de la que ya es la película española más vista de la historia.

Tal es la expectación que ha creado la cinta que, desde todos los rincones de España e incluso algunos del extranjero, muchos turistas visitan estos meses Leitza y el resto de localidades en las que se rodó la película. Incluso hay tours guiados que permiten conocer los rincones en los que suceden las aventuras de Rafa y Amaia.

"Hay días que vienen dos y tres autobuses", afirma María Ángeles Intxaurrondo, la dueña del caserío Aspain-Txiki, la casa de Amaia, interpretada por Clara Lago. Asegura que vienen "miles de personas de todas partes de España y parte del extranjero".

Una de estas personas es Pedro Corral, quien se ha trasladado desde La Rioja junto a su familia para visitar Leitza, una pequeña población navarra de menos de 3.000 habitantes. Ver las localizaciones de Ocho apellidos vascos no era la única razón para la visita pero sí una importante.

Este turista asegura que este pueblo navarro le ha parecido "muy bonito", "muy bien restaurado, muy bien conservado". "Es un pueblo que responde al estereotipo vasco, no me extraña que lo hayan seleccionado para la película".

Otro de los sorprendidos por el aumento de visitantes en Leitza es el concejal de Ordenación de Monte y Turismo, Juan Mari Barriola, quien percibe que, en general, los habitantes de la localidad han respondido bien a la película y al incremento de turistas.

"Fue un impacto positivo en el pueblo", señala Barriola, quien no cree que sus paisanos se hayan sentido ofendidos por la imagen que da la cinta de los vascos: "Son tópicos para hacer humor y así hay que tomarlo. Quizás haya alguien que se haya molestado, pero en general no. Hay que saber reirse de uno mismo".

Desde el Consistorio perciben un cambio en el tipo de visitante a Leitza: "Nuestro turista más que nada era un turista de naturaleza", pero con la película "lo que nos vienen son familias pequeñas que recorren el pueblo. Se nota que no son tan montañeros".

Este nuevo turismo no ha sustituido, sin embargo, al turismo de naturaleza que sigue llegando a la localidad atraído por otro de sus grandes reclamos, la vía verde del Plazaola, una antigua línea de ferrocarril que unía San Sebastián con Pamplona y que ahora está siendo restaurada para ofrecer a los ciclistas un recorrido en plena naturaleza.

Aunque Leitza era una localidad bien conocida por los usuarios del Plazaola, ha sido Ocho apellidos vascos la que ha puesto a esta población en el mapa para la mayoría del público.

Según su concejal de Turismo, los leitzarras están contentos de que su pueblo haya sido el marco de esta historia de amor entre vascos y andaluces y no descartan volver a repetir en la segunda parte, que ya ha sido confirmada.

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