El Príncipe de Asturias de las 
Artes, al ‘genio' de Frank Gehry

Frank Gehry, en una imagen promocional en Toronto en 2012
photo_camera Frank Gehry, en una imagen promocional en Toronto en 2012

El arquitecto es el creador del Museo Guggenheim, todo un ejemplo de transformación urbana

Frank Gehry, nuevo premio Príncipe de Asturias de las Artes, consiguió en 1997 cambiar toda una ciudad y convertir la arquitectura en algo mediático con un solo edificio, el Museo Guggenheim Bilbao, considerado el "icono" de la arquitectura moderna y un ejemplo de transformación urbana.

Gehry, habitual candidato al galardón desde hace años, se ha convertido así en el sexto arquitecto en obtener el premio de las Artes, tras imponerse en las últimas rondas de votaciones del jurado al videoartista estadounidense Bill Viola y al compositor y director de orquesta español Cristóbal Halffter.

El jurado, presidido por el empresario José Lladó, reconoce la relevancia y la repercusión de sus creaciones "con las que ha definido e impulsado la arquitectura en el último medio siglo" y caracterizadas por un "juego virtuoso con formas complejas, por el uso de materiales poco comunes, como el titanio, y por su innovación tecnológica, que ha tenido repercusión también en otras artes".

Gehry ya era uno de los más prestigiosos y premiados arquitectos del mundo cuando recibió el encargo del Guggenheim Bilbao, ganó el Priztker en 1989, pero fue este edificio el que le convirtió a él en una celebridad mediática y a la arquitectura en el nuevo "objeto de deseo" de los políticos para transformar una ciudad, no sólo urbanísticamente, sino también económicamente.



El “efecto Bilbao"

El propio arquitecto canadiense, afincado en Estados Unidos desde hace décadas, considera un "milagro" conseguir repetir lo que él denomina "efecto Bilbao", una ciudad a la que viaja por placer todos los años y que, paradójicamente, le gustaba más cómo era antes de la transformación que él impulsó, ya que la "dureza industrial" se ha sustituido por jardines "demasiado bonitos" para su gusto.

Gehry siempre dice que el Museo Guggenheim Bilbao fue un proyecto "especial" en el que contó con margen para "explorar con libertad ideas que no había podido explorar en el pasado". Con esa libertad que le concedieron las instituciones vascas creó un edificio curvilíneo revestido de placas de titanio. "Una de mis obras preferidas, que cuando se terminó me hizo exclamar, admirado: ¿Como he podido hacer esto?".

Ese edificio cambió el rumbo de Bilbao, convertida por primera vez en un destino turístico, y de la Fundación Guggenheim, reclamada por ciudades de todo el mundo deseosas de tener también una sucursal museística de esta enseña.

Tras el Guggenheim Bilbao -elegido en 2010 por Vanity Fair y por la CNN como el edificio moderno más importante del mundo- Gehry hizo otra obra en España, también en el País Vasco, y tiene en construcción una tercera en Barcelona, la Torre de Sagrera.

Nacido en 1929 en Toronto, es autor de edificios en todo el mundo como el Museo Aeroespacial de California, el auditorio Walt Disney de Los Ángeles y la conocida como "casa de invitados Winton de Wayzata", de Minnesota, conjunto de edificios de formas rectangulares, cúbicas, trapezoidales y cónicas.

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