Ray Bradbury, otro gran escritor al que el cine no hizo justicia

La ciencia ficción intelectual que Ray Bradbury escribió en papel fue, en cambio, desaprovechada en el cine, con excepciones como 'Fahrenheit 451' o su cameo en 'Ricas y famosas', de Cukor, aunque en televisión encontró un hueco en 'The Ray Bradbury Theatre', serie que estuvo siete años en antena.

Mateo Sancho Cardiel.La muerte de Bradbury deja un impresionante legado literario, pero, curiosamente, como otros grandes escritores -desde Marcel Proust a Philip Roth-, no ha sido un escritor al que se le haya hecho justicia en el mundo del cine.

Solo la película 'Fahrenheit 451', de François Truffaut, puede ser más o menos meritoria de llevar el sello de su autor literario, si bien no se encuentra entre las mejores obras de un director que, cambió su lengua madre (el francés por el inglés) y se acercó a un género a priori antitético a su universo.

El filme, de tibia acogida en su día, hoy luce algo anticuado, aunque retiene parte de las fascinación distópica del libro y su denuncia de la analfabetización como arma de poder es más vigente que nunca, además de ganar con las presencias de Julie Christie y Oskar Werner. Por ello, con todo, es la más recordada de sus adaptaciones.

Un Jack Clayton en horas bajas -lejos quedaban títulos maestros como 'Suspense' o 'Un lugar en la cumbre'- fue contratado por la factoría Disney para llevar a buen puerto la adaptación 'El carnaval de las tinieblas', con guión firmado por el propio Bradbury.

Pero lo que Clayton había conseguido con Henry James y su 'Otra vuelta de tuerca' o con Scott Fitzgerald en 'El gran Gatsby' no se repitió en aquella historia del lado oscuro de una compañía de comediantes protagonizada por Jason Robards, Jonathan Pryce y Diane Ladd. El toque Disney no acabó de cuajar en el universo Bradbury.

En 1969, Rod Steiger, en el mejor momento de su carrera, con su Óscar por 'En el calor de la noche' todavía reciente, protagonizó junto a Claire Bloom 'El hombre ilustrado', dirigida por Jack Smight que pasó sin pena ni gloria en su intento de fundir los distintos relatos que tenía el libro de Bradbury.

Lo mismo sucedió con 'Crónicas marcianas', hito en la carrera del autor que en versión mini-serie y con un actor como Rock Hudson en el reparto, corrió la misma suerte que casi todos los productos audiovisuales ambientados en Marte: sucumbió a la maldición que las llevaba irremisiblemente a la mediocridad.

En la pequeña pantalla, en cambio, Bradbury encontró un territorio más agradecido para su material. No solo inspiró un capítulo de la serie 'Alfred Htichcok presenta' con su relato 'The Jar', sino que entre 1985 y 1992 se emitió con éxito 'The Ray Bradbury Theatre'.

El sello de Bradbury, implicado en mayor o menor medida en el guión y la producción de cada episodio, se vio correctamente interpretado en el panorama audiovisual, con actores de renombre como Peter O'Toole, Jeff Goldblum, Harold Gould o Michael Ironside en algunos capítulos y dos nominaciones a los premios Emmy.

Pero su mala suerte en el cine volvió en 2005, cuando Peter Hyams adaptó un relato corto suyo en el filme 'El sonido del trueno', con Edward Burns, Catherine McCormack y Ben Kingsley.

El realizador, especialista en títulos de ciencia ficción a finales de los setenta y principio de los ochenta con 'Capricornio Uno' y 'Atmósfera cero', no hizo sino confirmar que no se había adaptado a los tiempos.

Curiosamente, Bradbury había trabajado como argumentista en Hollywood antes de convertirse en un autor de éxito, adaptando a otros escritores como hizo con Herman Menville en el 'Moby Dick' de John Houston. Y quizá su mejor película no fue la que se basó en un material suyo, sino la que contó con él en un cameo.

El director de las mujeres, George Cukor, se despidió del cine con filme lleno de esmero y delicadeza, 'Ricas y famosas', que, en su trama de encuentros y desencuentros entre Jacqueline Bisset y Candice Bergen, había hueco para una fiesta de escritores en la que estaba... Ray Bradbury en persona.

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