Roberto Vidal Bolaño, el gran artífice de la modernización y profesionalización del teatro gallego

El dramaturgo Roberto Vidal Bolaño.
Personalidades y familiares recuerdan la amplitud e importancia de su obra y su papel en la modernización del género
El dramaturgo Roberto Vidal Bolaño (Santiago de Compostela, 1950-2002), homenajeado este 2013 en el Día das Letras Galegas, está considerado el gran artífice de la modernización y la profesionalización del teatro gallego y en la lengua propia de Galicia, con un estilo crítico en el que predomina el sentido del humor, pero con personajes profundos y a la vez cercanos.

'Significa la voz del teatro, del teatro moderno y contemporáneo, y muchas veces iconoclasta. Una voz critica muy importante. Una obra muy polifacética de quien en el mundo del teatro fue todo: director, dramaturgo, actor e incluso empresario. Por tanto, conoce bien en su grandezas y sus miserias el universo del teatro', señalaba hace unas semanas, en una entrevista concedida a Europa Press, el presidente de la Real Academia Galega (RAG), Xesús Alonso Montero.

El dramaturgo nació en Compostela el mismo año en que murió Castelao en Buenos Aires, según recoge la RAG en la biografía redactada por Antón Dobao. Fue precisamente el último día de julio en Vista Alegre, donde empezaría posteriormente sus primeros estudios. Con tan solo 15 años, estrenó su primera pieza teatral, en 1965, mientras su vida transcurría entre el trabajo y sus inicios formativos con el cine y la literatura.

La relación entre teatro y cine y la concepción rupturista del espacio y del decorado están presentes en cada uno de sus textos. Según señaló a Europa Press su hijo Roi Vidal, el sentido crítico es otro de los elementos 'fundamentales' de su obra, juntando 'el sentido del humor y el análisis de los problemas de la sociedad' a través de personajes 'muy atractivos, complejos, profundos' y con una visión 'del aquí y ahora' de cosas que nos atañen 'de una manera más cercana'.

En este sentido, el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, destacó que el legado de Vidal Bolaño representa, además, 'una constante a la hora de renovar el teatro'. A través de una óptica 'pasmosamente moderna', el dramaturgo 'rompió tópicos' con producciones únicas y desde un punto de vista alejado del teatro gallego de su época, que se encontraba más situado en lo 'decimonónico o costumbrista'.


PROFESIONALIZACIÓN DEL TEATRO

En 1974, da sus primeros pasos hacia la profesionalización en el teatro con la creación, con Xaquín García Marcos, del grupo de 'Teatro do Antroido', dirigiendo al año siguiente 'Amor e crimes de Xan o Panteira', y 'Laudamuco, señor de ningures', por la que recibió el Premio Abrente.

'Es uno de los miembros más importantes de la generación 'Abrente' de la muestra de Ribadavia. Tanto escrito como teatral es espectacular. Todos esos hombres y mujeres son los padres del teatro gallego y, más concretamente, su obra creo que hoy en día la podemos entender como la demostración palpable de que el género, a pesar de ser teatro y a pesar de estar escrito en gallego, tiene muchas posibilidades de llegar al público', ha destacado Roi Vidal.

En 1976, se casó con Laura Ponte, una de las grandes actrices gallegas, y vive una intensa actividad creativa, participando activamente en la creación del Centro Dramático Galego en 1984. Ese mismo año escribe y dirige 'Agasallo de sombras', que suscitó cierta polémica.

Alonso Montero ha recordado la 'controversia' del texto en el que Bolaño 'quería desmitificar ciertos aspectos de Rosalía', más allá de su visión como 'mito estatua' que la rodea y, al mismo tiempo, 'ser muy crítico con la figura de don Manuel Murguía'.

Es por ello que resulta 'especialmente importante', al tratarse de un texto 'que se enfrenta ni más ni menos' que con la visión clásica y mitificada de la poetisa, quien por otro lado se trata de la persona 'que motiva el Día das Letras Galegas'.


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