Son estos unos tiempos de una mayor presencia femenina pública en occidente en todos los sectores sociales, con lo que la sociedad se ha enriquecido. En las artes plásticas el esfuerzo de historiadores para visibilizar a las artistas ha ido poniendo luz desde la Edad Media figuras femeninas, iluminadoras de manuscritos, siendo con el Renacimiento y Barroco cuando pueden hacerse breves biografías, Catharina Van Hemessen en el siglo XVI, y Clara Peeters, Sofonisba Anguissola o Luisa Roldán en el siguiente. Así ha sido asimismo con los hombres, más desde su posición de preeminencia estructural apenas aparecen aquellas. Ya con la Ilustración Angelica Kauffman y Marie Louise Vigée-Lebrun, siglo en el que comienza a cambiar el paradigma.
Con el Romanticismo e Impresionismo, y el comienzo de la contemporaneidad Mary Cassat, María Blanchard, Camille Claudel, Frida Kalhlo, Remedios Varo, Tamara de Lempicka, Georgia O’Keeffe, Bárbara Hepworth o Louise Bourgeois (+2010), entre otras. Es entonces cuando en el ámbito de Galicia aparecen Elvira Santiso (+1961), Lolita Díaz Baliño (+1963), María Corredoyra (+1970), Julia Minguillón (+1965) o Carmen Legísima (+1980), nacida esta en el concello de Piñor. Con ellas, Mª Antonia Dans (+1988) y Maruja Mallo (+1995), sin duda la más internacional de todas. Con Mª Mercedes Ruibal (+2003), Victoria de la Fuente (+2009), Mª Elena Fernández-Gago (+2011), Berta Cáccamo (+2018) y Elena Colmeiro, fallecida hace pocas fechas, están en el Olimpo de las artistas. Ahora, con Soledad Penalta (n.1943) en lo alto de su trayectoria, y Fina Mantiñán (n.1937), definida por Rosario Sarmiento, comisaria de su reciente exposición, como “artista del silencio”, lideran el elenco presente. Con ellas Menchu Lamas (1954), Rosalía Pato (1956), Mónica Alonso (1960), Pamen Pereira (1963) y Ángela de la Cruz (1965), reconocida internacionalmente.
En Ourense
Hay un ramillete para buen bouquet, que debemos iniciar con Mané Boán (María del Carmen González, 1944-2011) y “Meborat” (Modesta Fernández Blanco, 1967-2012). Ambas pintoras dejaron aquí sus huellas, siendo aquella, profesora de instituto licenciada en Químicas, quien aseguraba en enero de 2009 que hay una igualdad hombre/mujer, más allá de la interesada interpretación religiosa y social del mito de Adán y Eva. Hay artistas que aquí han trabajado o trabajan y viven fuera, como Ana Legido (1939/2012), que tras casarse con Fernando Quesada vivió siempre en Vigo, o Elena “Malleira” (n.1970) que se trasladó por trabajo docente a Coruña.
Así otras muchas, unas quince... ¡ay! Mas han llegado Mª Rosa Caporale (n.1949, La Plata/Argentina), que trabajó como profesora de plástica y “Sula” Repani (Atenas, 1959), quien lo hace en Tamallancos. Viven entre nosotros desde hace décadas, caso distinto al de Isabell Seidel (Lübeck-Alemania, 1980), que está desde 2013 y pinta desde Amoeiro. Ehlaba Carballo (n.1960), en Xunqueira de Espadanedo y Lola Veiras (n.1951), ahora desde Boimorto/Vilamarín. Teresa de la Paz Grande Taboada (n.1972), lleva aquí unos años, y Tamara Feijoo (n.1982), quien destaca como diseñadora e ilustradora. Con ellas, Carmucha Vázquez Prats (n. 1934), una maestra en el óleo y la acuarela, quien lleva toda una vida aquí desde su Pontevedra natal codeándose con artistazos y artistiñas. Qué interersante colectiva nos mostrarían…
