"No puedes duplicar algo así, ¿sabes? Es difícil explicar con palabras la experiencia", cuenta Jeff Bakewell, uno de los testigos de aquel encuentro sin igual y que junto a decenas de curiosos acudieron al pequeño monumento que conmemora lo acontecido el 15, 16 y 17 de agosto de 1969. Esos días, más de 400.000 jóvenes se reunieron para ver a estrellas como Jimmi Hendrix, Joan Baez, Janis Joplin o Carlos Santana, y a grupos como The Who, Sly & The Family Stone, Crosby, Stills, Nash & Young, y Blood, Sweat & Tears.
Fue tal la avalancha humana que descendió sobre Bethel que las carreteras quedaron completamente bloqueadas. Y es que la convulsa década de los 60, marcada por la Guerra de Vietnam, los constantes problemas raciales, y el asesinato del presidente estadounidense John F Kennedy y el líder de derechos humanos Martin Luther King, unieron a las nuevas generaciones en una repulsa conjunta a la violencia y la intolerancia, que culminó en Woodstock.
Ataviados con flores, prendas coloridas y el reconocidísimo "tie-dye" que decoraba las camisetas de un buen número de hippies, los nostálgicos no escatiman en esfuerzos para asistir a las tres noches de conciertos del medio siglo.