70 años del estreno de CD Ourense

Tal día como hoy, pero hace 70 años, el diario La Región publicaba la crónica del primer partido de la historia de Club Depotivo Ourense. Un amistoso que enfrentó el 2 de octubre de 1952 en el estadio José Antonio (actual O Couto) al conjunto rojillo frente al Santiago, de Tercera División, y que terminó con victoria local por 2-1. El autor del primer e histórico gol de los ourensanos fue Paulino, anotando el segundo Marcial, mientras que por el bando visitante marcó Capeáns. La primera alineación de CD Ourense estuvo formada por Suárez; Queco, Chicho, Alfonso; Manolé, Madriles; Manjarín, Marcial, Paulino, Mena y Caíño. En la segunda parte entraron David, Nando e Iglesias. Como era habitual en los años 50, el técnico Ricardo Gallart apostó por un 1-3-2-5 para el partido con el que se daba el pistoletazo de salida a CD Ourense, que solo unas semanas después disputó el primer encuentro oficial del club. Sería en la jornada 1 de la Serie A Regional, donde los ourensanos golearon 4-1 al Carballino gracias a los tres goles de Manjarín y al tanto de Madriles. La temporada 1952-53, la del estreno de CDO, terminaría con el ascenso a Tercera de los rojillos después de quedar en la segunda posición en el campeonato de liga. Corría el 10 de septiembre de 1952, cuando tras la desaparición de la Unión Deportiva Orensana, que arrastraba una deuda cercana a un millón de pesetas, se fundó CD Ourense. Aprovechando la plaza del Atlético Ourense, que era filial de la UDO, en categoría regional, un grupo de jóvenes aficionados liderados por los hermanos Jesús y José Luis Díaz Varela dieron en paso y crearon el nuevo equipo ourensano. Junto a los Díaz Varela, también son socios fundadores, Antonio Rodríguez Puga, Manuel Fernández, Fidel López y Antonio Reverter, que era el tesorero del nuevo club. Don Antonio Reverter Jesús Díaz Varela y Antonio Reverter, consultan fotos antiguas de CD Ourense. Con casi 92 años, don Antonio Reverter mantiene una memoria prodigiosa y recuerda cómo fue la fundación del equipo de sus amores: “Un grupo de chiflados, porque no se puede llamar de otra forma, nos hicimos cargo para que la ciudad continuará teniendo fútbol. Todo empezó con una reunión de amigos y gracias a la insistencia del vigués Manolo Tourón, que era corresponsal de Marca, pues nos metimos en el lío, esas cosas que uno hace de juventud”. Asimismo, reconoce que “al principio tuvimos muchas dificultades, ya que no teníamos un duro, puesto que éramos estudiantes. Poco a poco, hubo gente que nos ayudó. Me acuerdo de un forofo como era Jaime Añel, que muchas veces nos echaba una mano para los desplazamientos. Además, Díaz Varela (pertenecía a la familia de Auto Industrial) puso a disposición del club para viajar a los partidos un coche de su empresa. La verdad es que fuimos tirando como buenamente pudimos, además, era habitual que cuando nos reuníamos los viernes o los sábados para programar el viaje de la jornada, pues había que sacudir el bolsillo de cada uno porque no había dinero”. Reverter, que estuvo de directivo casi una década, hace hincapié en que fue muy importante para la economía del club “el tema de las taquillas los socios, desde ese momento la cosa adquirió otro cariz, pero hay que reconocer que los principios fueron horrorosos”. Asimismo, tiene muy presente que “cuando dejamos el club, porque ya no podíamos más, me acuerdo perfectamente que entregamos el equipo con un superávit de 87.000 pesetas, fue en una asamblea en el Teatro Principal donde leímos las cuentas e hicimos público el activo y el pasivo de CD Ourense”. A pesar de los años, don Antonio Reverter continúa “orgulloso de ser cofundador del club y el socio número 1”. Tras la marcha de la directiva encabezada por Jesús Díaz Varela, CD Ourense continuó escribiendo su historia con momentos tan dulces como los ascensos a Segunda División o la famosa temporada 67-68, donde ganó los 30 partidos de liga en Tercera. Por desgracia, el 15 de julio de 2014, Club Deportivo Ourense desaparecía y dejaba un legado de 62 años que empezó un 2 de octubre de 1952 con un gol de Paulino y que terminó con un tanto de Gustavo Souto ante el Logroñés.