El Barrocás acude este fin de semana a una de las citas marcadas en rojo cada año en el calendario del club presidido por Jaime Amorín, el Campeonato de España de hockey sala.
El equipo ourensano es un clásico de esta competición, pero también lo es del podio. En el último lustro el Barrocás ha logrado tres medallas de bronce. Todavía está fresca en la memoria la polémica decisión arbitral que lo dejó fuera de la final hace un año en el partido ante el FC Barcelona.
El club catalán será, precisamente, su tercer y último rival en la liguilla. El formato no se toca. Un evento que durará tres días, en los que se concentrarán un total de 18 partidos, en el que participarán unos 130 deportistas, con 8 equipos participantes distribuidos en dos grupos en los que se enfrentarán en la modalidad de todos contra todos, para posteriormente cruzarse en unas semifinales y una final.
El Barrocás empezará el torneo enfrentándose mañana(14:45 horas) al Carpesa. El equipo valenciano será un buen test para saber en qué momento de forma llegan los ourensanos, que se proclamaron campeones gallegos con autoridad. "Cuando llegas aquí es porque eres un buen equipo. Teóricamente es el rival más asequible del grupo, pero no podemos fiarnos", dice Roberto Oliveira.
Todo apunta a que el pase a las semifinales se decidirá en los dos últimos partidos. También mañana (19:15 horas) se enfrentará al Club de Campo y ya el sábado al FC Barcelona (14:00 horas). Un formato con escaso margen de error. "Nuestro grupo es especialmente duro. Uno de los tres se va a quedar fuera". Y añade: "Llevamos mes y medio trabajando y el equipo llega maduro para poder competir".
Cristian y Antón son las únicas bajas en un Barrocás acostumbrado a competir por las medallas en un torneo corto, exigente y apasionante.
