El Atlético Vilariño dejó escapar dos puntos tras empatar sin goles el derbi ante un Loñoá que continúa a la espera de contar con un nuevo entrenador.
Los aficionados quedaron desilusionados tras una primera mitad en la que el juego brilló casi por su ausencia. La necesidad de ambos equipos por sumar puntos en su lucha por la permanencia hizo que el encuentro fuese muy disputado, con mucha tensión donde los locales no encontraron la manera de penetrar a una defensa bien asentada.
Los balones largos eran la única propuesta que intentaron, pero no aparecía nadie que rompiera esa monotonía con alguna jugada de peligro.
En la segunda parte, el equipo de Milo González movió el banquillo buscando la manera de abrir el marcador. La primera oportunidad la tuvo David Nogueiras que con un gran disparo exigió al portero visitante que más tarde terminaría siendo decisivo.
El Loñoá pudo poner en apuros a Rodri, pero el mediocampista Pichi no pudo controlar un balón que lo iba a dejar de cara a la portería y que al final el esférico se acabó yendo a la altura del córner.
Los visitantes, que llegaban muy mermados a este encuentro, tanto es así que realizaron un solo cambio, ya que el otro integrante del banquillo era el meta suplente, con lo cual la premisa era continuar manteniendo la igualdad en el marcador.
ESTEBAN
La insistencia del Vilariño casi encuentra su recompensa. Diego derribó dentro del área a Esteban y el propio atacante cogió la responsabilidad de lanzarlo, pero su remate fue adivinado por el portero Alberto que lo acabó parando.
La lucha por la permanencia seguirá para ambos.
