El equipo de Mindo Surribas hizo valer el 1-2 de la ida frente a un Leiro que apenas inquietó al portero Cameni

El Amoeiro llega a otra final en un partido aburrido

El capitán del Amoeiro, Claudio, intenta irse con el balón marcado por Mauro, del Leiro.
El Amoeiro volvió a clasificarse para la final de la Copa Diputación B nueve años después de conquistar la primera edición en Oira.
Salieron los locales con la intención de cerrar definitivamente la eliminatoria, luego de haberse traído de San Bartolomé un resultado positivo de 1-2, y a punto estuvo de lograrlo Joao, que se animó a probar desde media distancia y casi sorprende al portero Ángel, que con apuros sacó el balón cuando se metía junto al palo izquierdo.
A partir de allí le cedió el terreno a un Leiro que no tuvo ideas ni acierto para poder ponerle más pimienta al partido, que con el correr de los minutos fue más bien soso. Apenas un centro de Barroso que Cholo, entrando por el segundo palo, cabeceó sobre el larguero en la aproximación más nítida que tuvo el equipo de Luis Sobrino, que antes del descanso se quedó con un jugador menos, lo que complicaba más sus planes de intentar darle vuelta a la semifinal.
El Amoeiro sólo se encomendó a lo que podía gestar su capitán, Claudio, que vivió más tiempo por el suelo ante el placaje que le impusieron los defensas rivales.
Al Leiro le quedaban apenas 45 minutos para seguir buscando el primer gol que le diera alas para con un segundo tanto plantarse en su primera final de la Copa B.
Rubén ya no podía con su alma y Cuqui lo intentaba, pero tampoco era abastecido ya que el balón viajaba más por el aire y esto facilitaba la tarea de la última línea del Amoeiro, en la que entre Mindo y Panucci se encargaron de alejar cualquier peligro para la portería de un Cameni que casi fue un espectador más.
Los locales sí que probaron algo más entre los tres palos, como un buen recorte de Claudio, cuyo remate desde la frontal del área lo desvió Ángel.

Otro disparo de Joao
El partido fue cayendo en intensidad y la emoción casi brilló por su ausencia, salvo una aparición de Mindo por la derecha con un remate cruzado que se marchó desviado y la más clara otra vez por medio de Joao, que evitó el portero del Leiro cuando el balón se colaba por la escuadra.

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