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Anderson Cruz, nuevo jugador del Alavés: "Lloré al firmar el contrato"

ANDER
photo_camera El atacante Anderson Cruz, durante un entrenamiento en su etapa como jugador del Ourense CF.

El expontino Anderson Cruz firmó por el Alavés y ya disputó un amistoso con el NK Rudes, equipo en el que está cedido

Anderson Cruz es un hombre feliz. Tiene motivos. Es un jugador de Primera. El angoleño de 21 años rubricó su contrato con el Alavés casi al mismo tiempo que se enfundaba la camiseta del NK Rudes de la máxima categoría croata, en el que permanecerá cedido hasta mayo. Un salto fugaz. De Preferente a Primera en menos de un año. Es joven, tiene talento y quiere aprovechar su oportunidad.

"Estoy tan feliz que no sé como expresarlo con palabras. Es el premio al trabajo de muchos años. El año pasado en Preferente y ahora firmando por un Primera División... He llegado.", recuerda el atacante. 

Antes de firmar por el Ourense CF defendía los colores del Póvoa de Varzim portugués. Etapa complicada. "No me sentía valorado en el club. Me decía a mí mismo que tenía que buscar otra opción en la que me encontrase cómodo. Es muy importante para un jugador. Llegar a España me cambió la vida. Ourense CF, Verín y Rápido de Bouzas me lo han dado todo. A veces hay que dar un paso hacia atrás para dar dos hacia delante. Y eso hice. En el Ourense CF me valoraron y se lo intenté agradecer en el campo". 

Tanto que, en el partido del ascenso, el angoleño forzó su rotura fibrilar para ayudar al éxito colectivo. "Hice solo tres días de tratamiento. Estaba fatal, pero era un esfuerzo que tenía que hacer. Fue un día muy especial, me acuerdo como si fuera hoy". No es para menos. Fue él quien dio la asistencia del gol decisivo.

A partir de ese momento, su carrera ha sido meteórica. Este verano puso rumbo al Rápido de Bouzas (con los derechos federativos en la entidad pontina). Cayó de pie. Habitual en el once inicial del equipo revelación del grupo I de la Segunda División B. "Un equipo pequeño que se hizo grande. Todos me han ayudado para lograr dar este paso".

Los peores momentos

Recién llegado a la élite, no olvida tiempos pasados. No todo fueron sonrisas. Los malos momentos le sirvieron para fortalecerse. El peor llegó cuando dejó de ser un niño. "En el primer año sénior, cuando dejé de ser juvenil en Póvoa. Me tuve que marchar a Lisboa con la liga empezada y no tenía club, ni contactos. No sabía qué hacer. No podía dormir porque no podía hacer lo que más me gustaba", señala el angoleño. "En el fútbol hoy no puedes tener nada y mañana todo, o al revés. Pasa todo muy rápido. Pero ahora mismo nadie tiene más ilusión que yo, nadie le va a poner tantas ganas. Quiero salir al campo y demostrarle a la gente que lo merezco".

No puede disimular su emoción. Como tampoco pudo hacerlo cuando le comunicó a su familia que fichaba por el Alavés. O cuando, después de estampar su firma en el contrato se alejó de directivos y representantes y se quedó solo. Fue el momento más emotivo. "Lloré. Miras para atrás y recuerdas todo por lo que has pasado, lo bueno y lo malo".

Y de ahí, a calzarse las botas. Primeros minutos con la escuadra croata que afina su preparación en España. El debut de Anderson llegó en un amistoso con el Mirandés. Después vendrá Croacia. Nueva vida, nueva etapa. En mayo volverá al Alavés. Y no quiere que sea un viaje de ida y vuelta. Intentará hacer valer el lugar que se ha ganado entre la élite.

El perfil 

Anderson Cruz es un jugador alegre. El Alavés apuesta por su dinamismo en la banda derecha (su posición favorita) aunque también puede jugar en el carril zurdo o incluso en punta. "Un Neymar en pequeño", bromea el angoleño. "Me gusta que la grada se divierta cuando me ve jugar, que disfrute, porque el fútbol es alegría", apunta el atacante. Los aficionados pontinos lo hicieron. El cariño es recíproco. "Volví varias veces a Ourense en mi etapa en el Rápido de Bouzas y espero hacer una visita cuando regrese de Croacia". Desde la distancia, alaba que su anterior club "apueste por los jugadores jóvenes y busque crecer y ayudar a que ellos lo hagan también". Tiene palabras de cariño para el presidente, Camilo Díaz, y para su exentrenador Fran Justo. Cuando vuelva a la ciudad, seguro que no falta una visita al mirador cercano al Auditorio. "Mi lugar favorito, desde donde veía toda la ciudad".

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