El deporte y la picaresca siempre han caminado juntos. En el fútbol, por ejemplo, se habla de los "pillos del área", en referencia a aquellos delanteros habilidosos que o bien fuerzan acciones en el área rival que terminan con una falta y el consiguiente penalti o bien simulan dicha acción para cobrar la pena máxima. Este segundo supuesto, adía de hoy está muy mal visto en las categorías profesionales, porque la televisión y el VAR se encargan de dejar al descubierto toda la historia.
Estos últimos días, la borrasca "Filomena" se ha encargado de poner patas arriba al deporte nacional. No solo al que se desarrolla al aire libre, porque muchos campos están nevados o con hielo, sino también en los deportes que se juegan bajo techo, porque los desplazamientos por carretera se han puesto muy difíciles o imposibles en algunos casos.
¿Y en el caso del Eibar de rugby? El equipo vasco debía jugar ayer en As Lagoas ante el Campus y no se desplazó. Con la connivencia de la Federación Española, por supuesto, pero qué casualidad que sea cuando el Eibar acaba de fichar y no puede contar todavía con su refuerzo y además tenía muchas bajas.
